­El ayuntamiento de Sóller aprobó este lunes iniciar los trámites de modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) con el que se culminará el proceso administrativo que permitirá rescatar la fábrica Nova de su ruina. El empresario Franz Krauss tiene en proyecto su reconversión en una industria agroalimentaria que contará con un museo industrial.

Todos los partidos políticos con representación en el consistorio dieron su visto bueno a la modificación urbanística, con la que se pretende conservar los edificios anejos que conforman el complejo fabril situado en el camino de Cas Jurat.

El actual PGOU contempla la conservación de sólo la nave principal de la fábrica y la demolición del edificio que alberga las antiguas oficinas y el secadero de la ropa. Sólo el concejal del PSOE Josep Lluís Colom instó a la celeridad de este trámite debido al mal estado de conservación de la fábrica.

El proyecto que pretende llevar a cabo Franz Krauss se puso en marcha hace dos años. Desde entonces la reconversión de la fábrica está inmersa en un dilatado proceso administrativo para modificar su estatus urbanístico que ha necesitado de la emisión de informes de varias instituciones supramunicipales.

Renuncia formal

Junto a este proceso, el ayuntamiento llevó a cabo la renuncia formal de la mitad del edificio, que le fue donado en 2002 a través del testamento que dejó la hija ilustre Adela Oliver Llinás tras su muerte. La donación al municipio estaba supeditada a la creación de un museo dedicado a la industria textil que nunca llegó a materializarse. Con la reversión del edificio y el cambio en el PGOU, la fábrica Nova se convertirá en una industria agroalimentaria que contará con una parte de sus instalaciones dedicada a museo industrial.

El proyecto estará financiado con capital privado a través del empresario Franz Krauss, que gestiona la firma Fet a Sóller, la única empresa del valle que se dedica a la exportación de cítricos de Sóller a distintos países de la Unión Europea.