"¿Quién sabe lo que comen estos animales?", pregunta Rafel Caldentey, maestro del campo de aprendizaje de es Palmer de Campos. Enseguida, uno de los alumnos del colegio CEIP Talaiot de s'Illot responde: "¡Hierba!". La escena acontece en la finca familiar Formatges Burguera de Campos. Especializada en la elaboración artesanal de quesos, representa un claro ejemplo del 'esfuerzo revolucionario' de la payesía para sobrevivir en este siglo XXI.
Las nuevas leyes turística y agraria de Balears están replanteando la situación actual y futura del campo mallorquín. Se han abierto nuevos horizontes y la ciudadanía ya está viendo notables cambios en fora vila.
Jaume Burguera (que posee la carta de maestro artesano en el oficio de quesero) explica que "vamos por la cuarta generación" y "en estos momentos tenemos un centenar de vacas de raza frisona".
La fábrica y tienda de Formatges Burguera (web www.formatgesburguera.com) se ubica en la carretera de Campos-Colònia de Sant Jordi. Al listado de productos que ponen a la venta, resaltando los quesos fresco, curado, semi-curado, requesón y llet formatjada, destaca que este 2014 han ampliado la oferta. Burguera informa de que han apostado por el engorde de cerdos y la elaboración propia de productos derivados de la matanza como sobrasadas, botifarrons y manteca.
Nuevo alojamiento
Asimismo, esta temporada, la finca y empresa familiar Formatges Burguera ha estrenado una vivienda vacacional de cuatro plazas. Cuenta con calefacción y se ofrece en régimen de alquiler todo el año. Las personas alojadas pueden conocer cómo se trabaja en la explotación ganadera y degustar a diario leche fresca u otros productos con sello Burguera.
Jaume Burguera admite que el deseo es el de abrir próximamente, con los pertinentes permisos institucionales, un agroturismo, creando de esta manera una interesante oferta para aquellos ciudadanos que quieran sumergirse plenamente en una explotación ganadera autóctona.
Desde hace más de diez años, Formatges Burguera tiene una sala de degustaciones-catas y también se proyecta un vídeo sobre el proceso de trabajo. Las vacas, visibles desde la carretera, son un atractivo del paisaje del sur. Escolares como los mencionados del CEIP Talaiot de s'Illot aprenden, visitando a su vez la salinera y es Trenc-Salobrar (en la zona del campo de aprendizaje también hay cabras y ovejas), así como grupos de mayores y turistas, entre otros colectivos y entidades. "La gente se va contenta y normalmente compra", señala Burguera.
