A lo largo de estas semanas diversos operarios del ayuntamiento de Alcúdia están trabajando en la restauración de la muralla que caracteriza a la ciudad del Nord. Vecinos del municipio achacan esta reforma a las agresiones que, según sus palabras, ha sufrido la muralla durante algunas semanas. Y es que se ha convertido en preocupación incipiente el hecho de que algunos jóvenes, durante los fines de semana, escogían como su lugar de ocio algunas áreas ocupadas por este bien patrimonial de Alcúdia.
El resultado fue que el pasado lunes un tramo de la muralla de Alcúdia aparecía en mal estado. Algunas piedras habían desaparecido de sus lugares originales y determinadas zonas del elemento patrimonial se encontraban en un estado de conservación cuestionable. Ahora bien, esta circunstancia no es nueva, pues durante el verano ya desaparecieron algunas piedras por motivos desconocidos a lo largo de la muralla que rodea la ciudad romana de Pollentia.
El Consistorio 'alcudienc', gobernado por un pacto entre el PP y la edil Carme Garcia, ha intentado minimizar los supuestos ataques vandálicos sufridos por uno de los signos de identidad del municipio. En este sentido, Coloma Terrasa opta por ofrecer tranquilidad al pueblo alegando que la situación fue un "hecho puntual" y que está "totalmente controlada" por el Consistorio.
Obras en la muralla
"La muralla se encuentra en obras", explica la alcaldesa Terrasa, "pero no se debe ni mucho menos a este incidente, sino simplemente a una obra de restauración del baluarte que ya teníamos planeada hace algún tiempo y que ha comenzado a ejecutarse ahora".
Por otra parte, Abelardo Mesías, jefe de la Policía Local de Alcúdia, comparte declaraciones con Terrasa, calificando los hechos como "esporádicos" y añadiendo que estas actuaciones son más propias del verano, cuando sí suele ocurrir que algunas personas se reúnan por las noches en las áreas cercanas a la puerta Roja.
El jefe de la Policía Local de Alcúdia añade además que siempre que algún vecino alerta sobre la presencia de jóvenes cerca de las murallas, se les disuade de su actitud. Mesías apunta que "por supuesto, si infringieran alguna norma como hacer pintadas o botellón, incurrirían en un delito y, como tal, se les impondría una multa".
Sin embargo, el agente admite que en la actualidad no existe un horario prefijado ni limitación alguna para acercarse a la muralla, por lo que el simple hecho de escogerla como punto de reunión no infringe la ley. Concluye mencionando que, a fin de terminar con esta situación y, sobre todo, garantizar la seguridad de los ciudadanos, existe un proyecto para cerrar los accesos y establecer un horario de visita. De entrar en vigor esta limitación, el acceso a las murallas se cerraría por las noches y, en este caso, sí que constituiría un delito utilizar la muralla como lugar de encuentro fuera del horario establecido. No obstante, insiste en que es un proyecto aún por concretar que por el momento solamente es una propuesta.
Además de los actos vandálicos que puedan afectar al monumento, preocupa el estado de conservación que presenta la muralla en algunos tramos de la ciudad. Cabe recordar que, en marzo de 2011, la humedad provocó la caída del baluard de Santa Maria, un tramo de muralla que se desprendió sobre el patio del colegio público ubicado a pocos metros, sin que tuvierann que lamentarse daños personales.
