Los esfuerzos para salvar los palmerales parece que empiezan a dar sus frutos, en tanto que las trampas que ha instalado el ayuntamiento de Sóller combaten eficazmente la plaga del escarabajo del picudo rojo que en los últimos años ha acabado con numerosas palmeras del valle.

Operarios municipales retiran a diario más de una docena de estos gorgojos de las trampas que hay instaladas en varios parques públicos como último remedio para preservar las palmeras que todavía no se han visto afectadas por la plaga. Como explica Amador Castañer, responsable de la brigada municipal, "de momento da buenos resultados" porque "a diario retiramos numerosos escarabajos que acaban dentro de las trampas que tenemos colocadas".

El sistema utilizado por Sóller consiste en dejar semienterrado un cubo de plástico con unos orificios laterales para que puedan acceder estos animales voladores. En su interior hay colocados unos cebos con feromonas que actúan de atrayectes para los coleópteros que, una vez dentro, ya no pueden escapar. De esta forma, a diario se retiran estos animales con lo que se interrumpe la cadena de reproducción del picudo.

El picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus Olivier) llegó a Mallorca a bordo de algún barco que transportaba palmeras, es una plaga que ha reducido notablemente la población de palmeras de numerosas especies. El escarabajo pone sus huevos en la copa de la palmera de la que nacen unas larvas que se transforman en unos gruesos gusanos.