De las 21.000 toneladas de residuos domésticos que el municipio de Llucmajor generó el pasado año, solo 350 de papel, otras 350 de cristal y solo 150 toneladas de envases fueron lanzadas a los contenedores de recogida selectiva para su posterior reciclaje. Es decir que se consiguió recuperar solo el 4,1%, lejos del 70% al que, según el Consell, se podría llegar. Este año las cifras no son mejores. La falta de costumbre y campañas de información y el déficit de puntos donde dejar los residuos son las claves para que Llucmajor se sitúe ahora mismo a la cola del reciclaje mallorquín.

"Solamente con que lográramos situarnos en la media, el Ayuntamiento, o sea, todos nosotros, podríamos ahorrarnos entre 300.000 y 400.000 euros anuales", explica Miquel Àngel Serra, edil local del PSM-Entesa, quien incide en el "dudoso honor que supone ostentar la última plaza", a lo que propone un proyecto de recogida mixto dependiendo de los núcleos "combinando el puerta por puerta, con la recogida mediante contenedores".

Las últimas cifras registradas por el Consell de Mallorca, dejan a Llucmajor muy lejos de la media en las tres categorías. En 2013 solo se recogieron 9,16 kilos de papel por habitante, lo que también supone el peor registro entre los municipios de Mallorca de más de 20.000 habitantes, siendo solo un tercio de la media balear, que se sitúa en los 28,53 kilos por ciudadano al año. Lo mismo pasa con los envases, donde los 3,63 kilos por persona son ínfimos al lado de los 13,65 de media por habitante y año. Donde Llucmajor pasa de la última a la penúltima posición es en la recogida de cristal, con 9,28 kilos, dejando la peor plaza a Inca, con 8,79 kilos/año por ciudadano.

Uno de los inconvenientes aludidos por el consistorio, es la falta acusada de contenedores distribuidos precisamente por el Consell. Para una población superior a los 37.000 habitantes, Llucmajor solo cuenta con 67 iglús amarillos, 64 verdes y 89 receptáculos azules para papel y cartón. Eso significa que hay una media de un contenedor de cada clase por cada 500 habitantes, la mitad de la media balear y estatal, que es de uno por cada 250.

Compromiso municipal

El alcalde Joan Jaume (PP), reconoce la mala situación y espera que en breve los puntos de recogida aumenten; "ya tenemos un estudio en marcha para evaluar la situación".