Antoni Torrens es sin duda el artífice de un encuentro y una feria que ayer alcanzó su XX edición con un éxito rotundo. Más de 300 ´xeremiers´ de los 500 censados en Mallorca, secundaron ayer la convocatoria anual ´poblera´.
Además de ello, diez puestos de luthiers (fabricantes de instrumentos) se instalaron en la plaza para celebrar su popular feria.
Torrens se mostró eufórico ante el resultado de estos primeros veinte años de encuentros. "Cuando comenzamos con ello había unos 30 ´xeremiers´ en toda Mallorca. Ahora hay 500 y muchos de ellos con una base musical que ha conferido calidad a este movimiento", afirmó. A la feria asistió también la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Salom, que acompañó al alcalde de sa Pobla, Biel Serra, durante el recorrido.
Salom destacó que "es muy importante que los pueblos conserven sus tradiciones. Es un orgullo como mallorquina comprobar que todo un movimiento musical tradicional, no sólo sigue vivo, sino que va en aumento".
Los ´xeremiers´ empezaron a congregarse a partir de las nueve de la mañana en la plaza Major. Improvisaron corros para tocar, pero eran tantos que pronto se repartieron por el pueblo y lo inundaron de sonidos de gaita.
Entre los luthiers que expusieron sus instrumentos se encontraba Guillem Horrach, un fabricante que cada año presenta alguna novedad a la feria. Este año presentó una flauta de pastor cuya principal característica es estar afinada como las ´xeremies´. "De esta forma los ´xeremiers´ pueden practicar sin tener que inflar la gaita", explicó el fabricante.
Junto a Horrach exponía también el simpático y conocido Jordi Cloquell, Artiller, de Muro; y también Juanjo Cerdà, Potajito, de Pollença; dos fabricantes de reconocida imaginación puesto que siempre buscan la originalidad y suelen trabajar con instrumentos populares fabricados a partir de elementos muy simples como las cañas de albufera o las calabazas. Juanjo Cerdà presentó una curiosa guitarra construida con esos dos elementos y con un peculiar sonido mezcla de asiático y caribeño.
