­Punta Ballena (Magaluf, Calvià) es fuente de resaca para miles de turistas que se lanzan a disfrutar de un San Fermín diario, pero sin encierros. La propia Punta Ballena sufre su propia resaca en esta época del año tras un verano repleto de polémicas. El número de locales que se venden o se traspasan ha aumentado en esta temporada baja, según coinciden en señalar vecinos y comerciantes consultados por este diario en un recorrido matutino por la zona.

Lo corrobora una vecina de Punta Ballena que trabaja también en esta calle desde hace más de 10 años. "¿Ves ese bar?", dice mientras señala un local de ocio que hace esquina. "No tiene ningún cartel, pero sus dueños lo han puesto en venta. Se quieren ir ya. Y hay otros que también. Con todo lo que ha pasado, se lo quieren quitar de encima", afirma. Cuando dice "lo que ha pasado", se refiere a un verano en que estalló el escándalo de la grabación de una felación colectiva durante una excursión alcohólica, a un marcaje continuo en medios nacionales e internacionales y al presunto caso de corrupción en la Policía Local, vinculado a la noche de Magaluf.

Verano de 2014

Esta teoría encuentra eco en otras voces que se encuentran en la calle. Apuntan que hay dueños de establecimientos que, ante la perspectiva de un verano como el de 2014 y la sensación de que hay grandes intereses empresariales que aspiran a "llevarse por delante" la calle en aras de una mejor imagen de la zona, están optando por cambiar de aires. Sentada en el exterior de su peluquería, colindante con Punta Ballena, Chari no cree tanto en teorías de la conspiración, como en las reglas que marca la pura lógica empresarial. "Puede ser que haya más locales que se vendan o se traspasen, pero ha sido porque han puesto muchos negocios de lo mismo", comenta, mientras espera con paciencia que algún cliente se decida a cortar el pelo. La idea cobra sentido si se toma como referencia, por ejemplo, la proliferación de tiendas de tatuadores en una calle de apenas 600 metros de largo.

Echando la vista atrás, la gente que lleva años viviendo o trabajando en Punta Ballena reconoce que se ha vivido uno de los peores veranos. "Es verdad que este año hemos tocado a fondo en cuanto escándalos", dice Chari, que precisa a continuación que estos han sido amplificados por los medios y las redes sociales. "Yo he salido muchas veces por aquí y no me ha pasado nunca nada", señala.

A la hora de buscar culpables de este panorama, hay teorías para todos los gustos. La dependienta de un supermercado apunta una que a veces no se tiene en cuenta: el todo incluido. "Para mí, ésta es la clave. Esta gente está bebiendo todo el día gratis, y así llega a la noche: fatal". Hay voces que apuntan también la idea de que, en los últimos años, han llegado grupos empresariales británicos con políticas más agresivas. "A mí que no me digan que Punta Ballena siempre ha sido así", subraya, con la autoridad de la experiencia, una mujer que lleva trabajando 35 años en la zona.