La asociación Dignitat i Feina de ayuda al más necesitado y que actúa principalmente en los municipios de Artà, Son Servera, Capdepera y Sant Llorenç, ha hecho balance de su campaña de recogida de almendra y algarroba. Este años se han conseguido recolectar 35 toneladas de almendra y 55 de algarroba, lo que ha permitido que unas 50 personas sin recursos trabajen y puedan mantener a sus familias.

La asociación, vinculada a la congregación de Franciscanos TOR, logra cada año que unos 150 propietarios de fincas con almendros y algarrobos, cedan desinteresadamente su cosecha, para que personas con dificultades para encontrar un empleo puedan ganarse un mínimo de sustento familiar.

Aunque cada vez se hace más difícil conseguir terrenos con almendros, según explica Cristina Pasolas, coordinadora de la asociación; no solo por la muerte de los árboles a causa del hongo que les persigue desde hace unos años y que ha afectado drásticamente el panorama del campo del levante mallorquín, sino también por la situación de crisis social, que provoca que cada año más gente opte por recoger la cosecha, cuando hace unos años eran muchos los propietarios a los que no les salía rentable hacerlo.

Dignitat i Feina coordina la recogida del fruto, su pelado, que se realiza en unos terrenos cedidos por el Ayuntamiento de Son Servera, y su venta posterior. Semanalmente las personas necesitadas que trabajan en la recogida, cobran un salario, que recogen de manos de miembros de la asociación en un local de Cala Millor cedido por el ayuntamiento de Sant Llorenç.

Todo el transporte se realiza en vehículos en cuya adquisición han participado los cuatro Ayuntamientos. En las últimas temporadas el perfil de la persona que acude en busca de ayuda ha cambiado mucho. Si hace un lustro eran mayoritariamente inmigrantes, actualmente hay muchos residentes afectados por la falta de trabajo.

Desde la entidad se quiere agradecer la donación desinteresada que realizan los propietarios de las fincas, ya que sin ella sería totalmente inviable la ayuda. A su vez les piden paciencia, ya que la campaña de recogida se ha tenido que alargar algo más de lo normal, y confían en su ayuda para el año que viene.