El cementerio de Sineu ha sido objeto de profanaciones continuadas a lo largo de los últimos meses, según informa el alcalde, Pere Joan Jaume. Al menos en cuatro ocasiones han aparecido en el interior del recinto algunos elementos propios de rituales satánicos o de pretendidas ceremonias mágicas.

Según explica el alcalde se han encontrado gallos decapitados y en otras ocasiones abiertos por el pecho dentro de una greixonera. También se han encontrado velas negras, restos de sangre en recipientes, supuestamente de animales, así como una capa roja.

Quema

Sin embargo, la culminación de las agresiones hacia el lugar de enterramiento se produjo hace unas semanas cuando desconocidos prendieron fuego a una tumba comunitaria subterránea.

No se sabe bien si en el transcurso de un ritual o como gamberrada, pues en el interior de la catacumba aparecieron restos de botellas de cerveza, alguien prendió fuego a un contenedor de basura que trasladó al lugar.

Eso provocó un incendio que afectó seriamente a las 28 tumbas comunales y requirió de la intervención de los bomberos del Consell de Mallorca. Se produjo una intensa humareda por lo que los profesionales precisaron máscaras y equipos de aire comprimido.

Sensibilidad

El alcalde, sostiene que "se trata de un asunto que excede ya la tolerancia pues no sólo afecta a un bien público sino que también afecta a la sensibilidad de las personas. Lo cierto es que a ninguno de los propietarios de tumbas que tienen algún pariente enterrado en ellas le hizo gracia alguna la gamberrada".

Jaume anunció que se ha solicitado permiso a la Delegación del Gobierno para instalar una serie de cámaras. El alcalde no ha querido precisar si están ya instaladas o se instalarán en breve, los lugares y número de las que se hayan o se vayan a colocar. "No quiero dar pistas a los causantes de estos desmanes y además quiero decir que si se identifica a alguno de ellos se actuará con la contundencia que permite la ley", dice.