El proyecto bien podría denominarse ´De la Serra a la luna´, y es que el nuevo microchip que lleva trabajando desde hace tres años la empresa local Integrated Circuits Málaga viajará dentro de dos semanas en un cohete espacial chino con destino a la luna.

De esta forma, el pequeño prototipo ideado por el equipo de ingenieros malagueños y mallorquines en un discreto local del centro de Alaró se situará en pocos días a 400.000 kilómetros de distancia de la Tierra. Un paso que puede significar un gran salto para esta compañía, puesto que de los resultados y la información que ofrezca la expedición depende que su chip logre abrirse camino en proyectos de primer nivel internacional, como pueden ser su adaptación en satélites, la aplicación en instrumentos de medicina o su integración en el acelerador de partículas LHC de Ginebra; casi nada.

Un reto de altos vuelos para el grupo de trabajo liderado por Álvaro Pineda, fundador y gerente de IC-Málaga, que recuerda el nacimiento de este microchip como "uno de los proyectos propios de I+D que desarrollamos habitualmente y que compatibilizamos con los encargos externos". Su planteamiento inicial fue el de diseñar un procesador que funcionara como un sensor de radiaciones para controlar su comportamiento. A partir de ahí comienzan meses y meses de análisis y pruebas hasta lograr dar con la tecla adecuada para considerar que el resultado haya llegado a buen puerto.

Constructores

"Nosotros nos dedicamos a crear chips -apunta Pineda-, o sea, el cliente nos dice tantos voltios tienen que entrar, tantos tienen que salir, y queremos que haga tal cosa, y aquí empezamos a pensar la estructura que tendrá el procesador". Ellos son los arquitectos que crean los planos del chip y, meses o años después, también son los encargados de verificar que el prototipo funciona correctamente.

"La verdad es que pensábamos, y seguimos convencidos, que este sensor servirá para aplicaciones médicas -señala el gerente de la firma-, puesto que permitirá medir con precisión la radiación que recibe el cuerpo en sesiones de radioterapia, pero hace unos meses asistimos a unas jornadas de la Agencia Espacial Europea y surgió la oportunidad de introducir el chip en la misión espacial. Nos dijeron: si en un mes y medio tenéis listo el prototipo, podrá entrar. Y han sido unas semanas de locura para conseguir tenerlo a tiempo".

Camino de China

Ahora la pequeña caja fabricada por IC-Málaga que contiene su sensor ya está de camino a China dispuesta para ser embarcada en el cohete Long March 3C, cuyo lanzamiento está previsto para el 24 de octubre. El procesador mallorquín estará alojado en un nanosatélite que financia Luxspace, filial de OHB, la empresa europea líder en tecnología espacial.

Pineda afirma que en el mundo de la tecnología espacial el control de las radiaciones tiene gran importancia, "la radiación afecta mucho y no todos los circuitos son aptos". Ahora los ingenieros de la empresa siguen trabajando para mejorar el procesador con el ojo puesto en las aplicaciones espaciales, y el gerente asegura que "en la nueva generación del chip intentamos bajar el consumo y que se adapte a los cambios bruscos de temperatura, ya que puede pasar en unos minutos de estar a 80 grados centígrados a -20".

Otro campo abierto para este dispositivo es su incorporación al proyecto del acelerador de partículas LHC, puesto que una variante del sensor ya se está probando actualmente en un anillo de las instalaciones de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) en Ginebra.