El debut de Catalina Sureda como solista se produjo, a la edad de 16 años, con la Orquesta Sinfónica de Balears, bajo la dirección de Christoph Stepp. En la actualidad reside en Viena, donde trabaja en la Wiener Symphoniker y participa en proyectos con otras orquestas como la de la Radio de Viena (RSO), entre otras, realizando giras por todo el mundo.

„¿Cuándo surge su interés por la música?

„Desde muy pequeña la música estuvo presente en mi vida diaria. Mis padres no son músicos pero tienen una gran sensibilidad musical, cantan en distintos coros y en el caso de mi padre también tocaba el clarinete. De forma natural la música se convirtió en un lenguaje que muy pronto comencé a explorar con el violín.

„¿Qué piensa su familia de su actividad?

„Siempre me he sentido totalmente apoyada, especialmente por mis padres. Creo que nunca podré agradecerles suficientemente la cantidad de tiempo, energía y recursos que me han dedicado día tras día para poder alcanzar mi sueño de ser violinista. Por todo ello me siento muy afortunada.

„Además de talento y mucho estudio, ¿qué se necesita para sobresalir o situarse en la música clásica a nivel europeo?

„No hay una fórmula mágica. La música, al igual que los deportes de élite, requiere unas grandes dosis de perseverancia, autoexigencia y poder de autocrítica. No solo se trata de estudio y talento, sino que todo músico sano necesita habilidades sociales, saber afrontar retos, aprovechar oportunidades, ser flexible y humilde, tener la mente abierta y creer en lo que haces y cómo lo haces. Un músico está en proceso de aprendizaje permanente.

„¿Sus repertorios favoritos?

„Es una pregunta difícil de responder. ¡¡Hay tanta buena música!! En mi opinión, la belleza de una pieza no reside tanto en la primera impresión que nos causa, como en el descubrimiento de su profundidad, de sus significados. No se trata de que un repertorio o una obra nos guste más o menos sino de que, como intérpretes, tenemos la responsabilidad de tratar cada pieza con respeto y devoción. Solo si ponemos nuestra convicción, nuestra honestidad y todo nuestro conocimiento al servicio de cada nota, podremos decir que se ha hecho justicia musical a un compositor.

„¿Cuáles son sus aficiones?

„Mi actividad musical no me deja tanto tiempo como desearía pero siempre intento conseguirlo para un paseo o leer un buen libro. Cuando estoy aquí, en Maria, me gusta salir a correr de madrugada por el Pla de Deulosal.

„¿Cuáles han sido sus mejores conciertos?

„Hay conciertos que te quedan grabados de manera muy especial y a los que se pueden sumar agradables vivencias personales. Para citar algunos podría recordar cuando interpreté el concierto de violín y orquesta de Beethoven con la Sinfónica de las Islas Baleares, el concierto de la Tercera Sinfonía de Beethoven en el Royal Albert Hall de Londres con Daniel Barenboim o la Séptima de Bruckner en el Musikverein de Viena con la Gustav Mahler Jugendorchester.

„¿Resulta muy costoso económicamente estudiar a fondo un instrumento musical?

„Resulta muy costoso en muchos sentidos, matrículas de conservatorio y universidad, clases particulares, audiciones, viajes, cursos de especialización, el instrumento con el mantenimiento que requiere. He tenido la suerte de conseguir becas de distintas fundaciones, Sa Nostra, Caja Madrid, la JONDE, Martha-Debelly Stiftung. Es por lo que se de primera mano lo importante que puede llegar a ser una beca para tu formación y para tu futuro profesional. La inversión en educación es primordial.

„¿Cuánto tiempo dedica al ensayo diariamente?

„Esto depende del momento y los proyectos que tenga entre manos. En mi etapa de estudiante en la universidad dedicaba muchas horas para el desarrollo técnico y estudiar repertorio, unas ocho horas al día. Ahora preparo el repertorio que tengo que tocar compaginándolo con los ensayos de orquesta y proyectos especiales como los de música de cámara. A veces es extenuante, lo normal es tocar tres programas orquestales distintos, unos ocho o nueve conciertos, cada dos semanas.

„¿Fue muy difícil dar el paso de salir de Mallorca, qué cualidades son necesarias?

„Lo primero es tener mucha perseverancia, capacidad de trabajo y autoexigencia. El nivel estándar en Austria es muy alto y para mí, adaptarme y conseguir el nivel, fue una prueba titánica de autosuperación. Ya lo he explicado cuando hemos hablado de la opinión de mi familia, nunca lo habría conseguido sin el extraordinario apoyo que siempre me han brindado. Mis padres, maestros de escuela en Maria de la Salut, me iniciaron en la música, me llevaron a la escuela de Muro donde conocí a Nery Monterroso, mi primer profesor de violín. Mi padre mientras escuchaba mis clases de música también aprendía y años después, como ya he dicho, tocaba el clarinete en la banda de Muro. Su perseverancia, capacidad de trabajo y valores han sido siempre una fuente de inspiración para mí.

„Ha sido concertino de la JONDE y miembro de la Gustav Mahler Jugendorchester ¿Cómo valora su paso por ellas?

„Fue una experiencia inolvidable, sin duda una de las mejores en mi etapa como estudiante. Por un lado con la Mahler tuve la oportunidad de tocar bajo la dirección de algunos de los grandes maestros de la escena internacional, algo que sobre todo me ha influido para conformarme un criterio musical. Y por otro, como concertino de la JONDE, liderar una joven orquesta de esta calidad te infunde unas tablas que marcaron de una manera definitiva mi manera de tocar el violín. Recuerdo con especial emoción en encuentro con Yakov Kreizberg, en el festival de ópera de Weikersheim, en el que interpretamos la Traviata de Verdi, y la grabación del disco ´España, de dentro a afuera´, donde interpreto los solos del Capricho español de Nicolai Rimski Korsakov. También en la JONDE fue donde conocí a la que sería mi mentora durante mis estudios en Austria, y una de las personas a la que más debo como músico, la violinista y pedagoga Maighréad McCrann, concertino de la RSO Wien.

„¿Qué artistas le han influido más?

„Principalmente algunos directores de orquesta con los que he tenido oportunidad de tocar me han aportado mucho a nivel musical, pero puedo nombrar dos casos en concreto que me crearon una profunda impresión; la primera es el barítono Thomas Hampson, su profundidad sonora y expresiva interpretando Lieder de Mahler con la Gustav Mahler Jugendorchester; después el maestro Lorin Maazel, un genio en la precisión de la batuta, el increíble control de todas las variables de la orquesta, con quien tuve la suerte de tocar en la Orquesta del Palau de les Arts de Valencia.

„¿Cuál es su meta como músico?

„Tocar en una orquesta de alto nivel, con grandes maestros con quienes se pueda aprender cada día, cada ensayo, compaginando con música de cámara y la enseñanza. Es una gran meta. En definitiva, tener proyectos musicales interesantes y motivadores, el continuo descubrimiento de nuevas formas musicales es lo que más me hace sentir realizada.

„¿Cómo consigue llegar a la Orquesta Sinfónica de Viena?

„Después de estudiar tantos años allí desarrollas un estilo interpretativo concreto, aprendes a tocar de una manera determinada que es la que gusta o es habitual en una zona. Es lo que solemos llamar el estilo o escuela y que caracteriza de un modo más o menos definido una manera de interpretar música. Es por esto por lo que desde un principio tuve como prioridad intentar trabajar en una orquesta austríaca. A los 18 me fui a vivir a Austria y comencé a estudiar en la Universidad de Música y Artes Escénicas de Graz, bajo la tutela de Maighréad McCrann y Chia Chou, y me gradué en el Máster de Música de Cámara y el Máster de Violín, ambos con Matrícula de Honor y Premio Extraordinario de Fin de Carrera de la Universidad. Comencé a trabajar en la Opera de Graz y tras un breve periodo en la Orquesta del Palau de les Arts y la Filarmónica de Málaga, donde fui concertino invitada, decidí volver a Austria. Hice audiciones en la Sinfónica y tras un periodo de evaluación me comenzaron a contratar.

„¿Nos podría hablar sobre su experiencia artística en Viena, donde reside?

„Viena es indiscutiblemente una de las capitales de la música clásica. Allí pesa mucho la tradición. Cuando tocas en una sala como el Musikverein o el Konzerthaus tocas entre paredes donde ha sonado música por más de cien años todos los días, se han estrenado obras y han tocado y dirigido algunos de los compositores consagrados de la historia de la música, como son Mahler, Strauss, Bruckner, Schoenberg. La manera de tocar el repertorio en Viena es una referencia de estilo a nivel mundial. Realmente al tocar en estas salas puedes sentir sobre tus hombros la mirada atenta de los antiguos grandes maestros. Hace unos cien años Mahler estrenaba y dirigía allí sus obras con la Filarmónica. Los músicos actuales son herederos directos de aquellos que tocaron en su momento estas obras y transmitieron a sus discípulos sus conocimientos. Hace unos meses tocamos con la Sinfónica de Viena los Gurrelieder de Schoenberg, con Kent Nagano a la dirección, en el Konzerthaus y se conmemoraba los 100 años de su estreno con la misma orquesta y en la misma sala. El ambiente era electrizante, muy emocionante, el público estaba expectante y la sala abarrotada. Por otro lado Viena también ha estado a la vanguardia musical; con la segunda Escuela de Viena (principios del siglo XX, Schoenberg, Berg y Weber) se establece el lenguaje de la música moderna. La institución que toma este legado vanguardista es la orquesta de la radio-televisión austríaca, RSO Wien, donde también he tenido oportunidad de colaborar en varios programas.

„¿Cuántas orquestas hay en Viena?

„En la actualidad hay cinco grandes orquestas y dos o tres orquestas de cámara profesionales, es decir con plantilla fija y programación constante. A eso hay que sumarle multitud de orquestas que trabajan eventualmente por proyectos y una infinidad de orquestas, digamos secundarias, de toda índole. La oferta es abrumadora, hay una actividad y movimiento constante. Solo en el último año he trabajado en dos de las grandes orquestas y en varias de cámara, realizando casi cien conciertos y giras por China, Bahrein, Francia, Turquía y Alemania.

„¿Cómo lleva los nervios previos a los conciertos?

„Todos los músicos, poco o mucho, convivimos con los nervios en conciertos, audiciones, etc. Lo importante es que estos no sean demasiado intensos y no nos superen. Al igual que la preparación técnica, una buena preparación psicológica es fundamental. Los nervios en pequeñas dosis incluso son beneficiosos.

„¿Qué influencia cree que tienen las nuevas tecnologías como internet en la música?

„En los últimos 20 años ha habido una revolución en cuanto a difusión de información se refiere. La tecnología se ha desarrollado y se ha abaratado mucho. Hoy en día resulta muy fácil hacerse con una grabadora de calidad y grabar y difundir en las redes como youtube. Esto pone a nuestra disposición una cantidad de información que antes era impensable.

„¿Nunca se ha sentido atraída por la enseñanza?

„Transmitir los conocimientos y experiencias musicales que he tenido no solo me gusta si no que lo siento en parte como una necesidad y una obligación. La enseñanza es algo que siempre ha estado presente en mi familia y creo que es la base, el primer paso para hacer una sociedad mejor. He sido asistente de McCrann en Graz y he impartido varios cursos de violín y siempre es una gran satisfacción ver como tienes en tus manos la capacidad de ayudar a los alumnos a conseguir la llave para abrir el mundo del conocimiento.

En corto

El papel del violinista

¿Los violinistas son los más rebeldes de las orquestas?

Somos los más numerosos en la orquesta y por ello somos los más vistosos. Tenemos mucho peso dentro del conjunto, pero nuestro trabajo no es solístico, como puede ser en los vientos, sino colaborativo. Cada uno aporta una parte de su personalidad.

La imagen del músico

¿Por qué los músicos clásicos tienen esta imagen seria?

Ja, ja, ja. En la actualidad no creo que sea así para nada. Me pueda imaginar que esa imagen viene dada por la seriedad del trabajo que realizamos y por ser profesionales que nos pasamos muchas horas a solas con nuestro instrumento.