Dentro del 10% de zonas verdes a las que no afecta la suspensión por estar en fase judicial, están dos de las más polémicas: la de la Torre Florida y la de la rotonda del Cilindro, muy cerca del Club de Tenis Manacor. Por la primera, perteneciente a una serie de famosas familias de negocios del municipio: los Mascaró, Lliteras, Suasi y los Nadal, piden 14,7 millones de euros (les costó 1,8), que son los que el Jurado Provincial de Expropiación dictó que debían pagarse por 10.000 metros cuadrados de suelo rústico. Una decisión recurrido ante la Justicia por el ayuntamiento de Manacor.

La otra zona verde, en la que figuran los mismos empresarios como demandantes de la expropiación forzosa, está situada cerca de la rotonda de salida de la carretera que lleva a Porto Cristo. Por ella piden a las arcas municipales un total de 41 millones de euros. Aunque está vez sea al contrario, ya que el Tribunal de Expropiación valoró en primera instancia los terrenos en 141.660 euros, lo que supuso que el grupo recurriera al contencioso judicial para dirimir la cantidad.

Entre las otras zonas sin afectar existen otras tres más en el barrio de Son Fangos, por las que particulares reclaman al consistorio nueve millones de euros, lo que en total hace que, si las cosas se tuercen, el Ayuntamiento pueda llegar a hacer frente a un pago aproximado de 65 millones.