Pese a que la XVII Fira de Setembre de ayer no congregó ni a los comerciantes ni a los compradores de hace unos años, todavía demostró que es un buen barómetro social y comercial para calibrar cómo puede resultar la temporada de ventas. Precedida por la feria nocturna medieval del sábado, la de ayer fue una exposición amplia pero de mínimos, un aprobado para un concepto que atrajo a unos cuantos miles de personas desde primera hora de la mañana hasta las 23 horas, pero que empieza a estar ya manido.

El tiempo encapotado y una sensación de humedad calurosa tampoco ayudaron, e hicieron que la gente reservara su paseo justo antes de comer, cuando la avenida des Tren estuvo más concurrida y por momentos se hizo complicado caminar con tranquilidad. El más de un kilómetro de paradas acostumbrado, se vio ayer reducido y acotado a menos de quinientos.

Por lo demás todo siguió el guión: variados puestos de artesanía, alimentación, gastronomía y atracciones diversas, entre las que destacó la del Màgic Cloquell. Organizada por la delegación de Comercio, la asociación de comerciantes de Ses Avingudes y la asociación de artesanos, mercaderes y feriantes de Mallorca, tuvo la colaboración del Complex s´Estació, quien cedió su aparcamiento de forma gratuita. Hoy por la mañana toca Firó.