A las nueve en punto sonaba el timbre del colegio público 'es Puig', de Lloseta. En el patio, los niños habían formado ya las filas ordenadas por grupos, a excepción de algunos que andaban más despistados y preguntaban dónde tenían que ponerse. Los profesores iban llegando mientras los amigos se reencontraban despues de un largo verano y los padres, desde detrás de las filas, miraban de reojo a los niños y se presentaban a quienes,durante el curso, se encargarán de enseñar a sus hijos.

Como cada año, después de tres meses de vacaciones, ha llegado la hora de que los alumnos de Baleares vuelvan al colegio. En Lloseta son 520 alumnos los que hoy se reincorporan a la rutina de las aulas y los horarios. "Lo que más ilusión me hace es ver a mis amigas y saber qué profesora tengo este año, aunque me da pena que se acaben las vacaciones", comentaba una alumna de Primaria. Muchos padres han querido acompañar a sus hijos en un día tan importante para ellos como es la vuelta al cole e incluso, para algunos, la primera vez que acuden a las aulas. Los profesores y el equipo directivo aseguran que "empezamos el curso con más ilusión que nunca".

"Yo fui a este colegio y quiero que mi hijo también venga aquí", comentaba una madre tras ver que su hijo ya había entrado a clase. Poco a poco, los patios quedan vacíos y todos los grupos entran a sus aulas siguiendo al profesor. A las nueve y diez, en los pasillos del edificio de infantil, llenos de mochilas que cuelgan de las perchas, no se oyen ni gritos ni llantos "Están muy tranquilitos", asegura la directora del colegio, Antònia Muñoz Llobera, que habla con padres y profesores y visita algunas aulas para comprobar que todo transcurre con normalidad. "Tenía muchas ganas de veros", les dice a los alumnos de la case de segundo de Primaria C, "este año ya sois mayores y os tocará hacer el taller de huerto ecológico", algo que por sus caras parece hacerles mucha ilusión.

Es un día de presentación y de reencuentros en que los maestros pasan lista para empezar a aprenderse los nombres y quedarse con las caras de quienes compartirán con ellos nueve meses de curso escolar. Antònia nos explica que, en realidad, los niños se adaptan muy rápido a la rutina y, en todo caso, para que sea más fácil para los pequeños de tres años, estos se van incorporando progresivamente y, los primeros días, tan solo se van a quedar hasta las once.

Tras haber comprobado que, en Infantil, todo funciona sin contratiempos, la directora se dirige hasta el edificio donde están los más mayores. En la clase de quinto todos ocupan ya sus pupitres y escuchan con atención las explicaciones de la profesora. Cuando se les pregunta si tenían ganas de volver al colegio, responden con un sí que "no ha sonado demasiado convencido". Llucia Pieras, profesora de este grupo, les insta a aprender mucho durante este año escolar y a esforzarse al máximo. Las clases han empezado y ahora toca trabajar duro, pero también disfrutar. Las aulas están llenas y, en el exterior del colegio todo vuelve a la normalidad. Los padres ya se han ido y el atasco de coches se ha dispersado.

"Queremos un curso normal"

En en una reja cuelga una pancarta que reclama 'volem un curs normal', algo que la directora quiere reafirmar. "Afrontamos este curso con ganas de que sea normal, aunque esto no depende solamente de nosotros. Empezamos con la misma ilusión de siempre, o quizás con más". Muchos de los maestros han querido demostrar cual es su posición poniéndose la camiseta verde; "la tendencia de este centro es que muchos profesores secunden la huelga, así que, teniendo esto en cuenta, suponemos que el lunes será así." También algunos padres han vestido la camiseta de 'Crida'; "es una cuestión de solidaridad con los docentes y con el futuro de nuestros hijos".