La Policía Local de Sóller clausuró el lunes por la tarde los accesos a la playa artificial, situada en el Port de Sóller, debido a un vertido de aguas residuales al mar. Ya son dos las playas cerradas en el Port de Sóller por la aparición de manchas de aguas sucias.

Ayer por la mañana comenzaron los trabajos para localizar la fuga mediante la apertura de una zanja en el camí del Far. Según explicó el concejal de Medio Ambiente, Joan Ruiz, la filtración se originó en la tubería de aguas residuales que procede de la urbanización de Muleta. Al parecer se rompió y parte de su caudal se vertía a los acantilados que dan al mar. Ruiz señaló que el mal estado de las infraestructuras de esta urbanización han provocado varias fugas de agua fecal.

Los operarios trabajaban ayer para abrir una zanja en la zona donde se presumía que estaba la fuga con el fin de taponarla. Mientras tanto, el acceso al mar desde la playa artificial permanecía cerrado. Menos suerte tuvo ayer el ayuntamiento con otro vertido fecal situado a poca distancia de éste que mantiene cerrada un tramo de la playa de Can Repic desde el pasado viernes.

Una excavadora trabajó en la playa para abrir una zanca para determinar la procedencia del líquido residual pero los resultados fueron infructuosos ya que no se localizó ninguna fuga, ni ninguna tubería, ni ningún pozo negro. El concejal de Medio Ambiente espera que en los próximos días se pueda determinar el origen del vertido.