Los corredores están preparados, en sus puestos de salida. La grada se empieza a agitar y aparecen signos de nerviosismo. Los competidores muestran el estrés de antes de entrar en acción. Ya han calentado y están listos para correr. Se miran unos a otros para no protagonizar una salida en falso y penalizarse a ellos mismos. Pero todos, absolutamente todos, están pendientes del juez de pista, que es el encargado de dar el pistoletazo de salida.

La metáfora deportiva sirve para explicar la situación que vive a día de hoy el Partido Popular de Calvià y sus bases, que, como ya sucedió en los meses previos a la campaña electoral de 2011, se preparan para afrontar un nuevo proceso interno de designación de candidato. Siguiendo con el símil del atletismo, el papel de juez de pista le corresponde al actual alcalde y líder del PP de Calvià, Manu Onieva. Él marcará el ritmo de la carrera: cuándo empezará y cómo se desarrollará.

Si decide continuar, el debate quedaría cerrado. "Si él sigue, nadie dirá nada", remarcan en la dirección de la junta local popular, donde recuerdan que de los 800 votos que se manejan en procesos de primarias "600 los manejan Onieva y su entorno". Sin embargo, ante sus reticencias a decir públicamente qué va a hacer con su futuro político, en el partido comienza a cundir la sensación de que en breve comenzará la era postOnieva. Esto es, que el juez de pista no participará en la carrera. Y los posibles candidatos empiezan a explorar nuevos escenarios.

Primeros sondeos

Afiliados populares contaban ayer que ya han recibido llamadas para sondear apoyos a un futuro candidato que no es el alcalde. "Onieva es mi candidato, pero si él dice que no se quiere presentar no sé qué haré", explicaba, por su parte, otro peso pesado de la junta local del PP de Calvià, que suena con fuerza en las quinielas.

De los testimonios recabados entre miembros de la junta local y afiliados del partido, se deduce que existen dos grupos de posibles candidatos. Por un lado, los que se sitúan en el entorno de Onieva, en su círculo de confianza. Dos altos cargos, que no se destacan por mantener una estrecha relación política entre ellos, empiezan a sonar con fuerza: el gerente del Ayuntamiento, Víctor Hernández, y el gerente de Calvià 2000, Joan Thomàs.

"Víctor es buen gestor y resolutivo, pero no sé si tendrá carisma como candidato", analizaba ayer un veterano afiliado al PP. Mientras, Thomàs, que en los últimos tiempos ha ido ganando un gran protagonismo en la junta local y que tiene muy buena relación con Onieva, ha asegurado estos días a sus allegados: "No me he planteado en mi vida lo de ser alcalde". Esta alternativa también genera recelos dentro del partido, relativos a su pasado. En la primera legislatura de Carlos Delgado como alcalde, fue regidor de UM, formación que abandonó tras votar con el PP a favor de una votación urbanística referente a Nova Santa Ponça. Después se afilió al PP, donde ha ocupado cargos de confianza en las dos últimas legislaturas. "Conoce bien Calvià. Es su municipio y mueve a mucha gente. Y, en las primarias, no votan los medios de comunicación ni la dirección de Palma. Votan los afiliados de aquí", señaló otra fuente de la junta local. En el runrún que sale de conversaciones con miembros de la junta local surgen otros nombres, los de concejalas actuales como Esperanza Català o Cristina Tugores. En el otro lado de la quiniela, los dimes y diretes de estos días de incertidumbre entre los afiliados populares apuntan nombres como los de la actual diputada en el Congreso de los Diputados Mariona Ares, vinculada a Calvià, o los de un referente histórico de los populares del municipio, José Manuel Ruiz, ex teniente de alcalde, ex senador y actual director de IB3 Televisió.

"Ruiz es una persona seria, respetada, tiene una larga trayectoria en el municipio y, por lo que dicen, lo apoyarían desde Palma", comentaba un popular con décadas con carné de afiliado. Sin embargo, una voz autorizada de la dirección de la junta local apuntaba la siguiente idea: "¿Pero tú crees que a Mariona o a José Manuel les va a interesar dejar sus cargos actuales para venir a Calvià, dejar de cobrar lo que cobran actualmente y pelearse por la alcaldía sin que nadie les garantice qué pasará en las elecciones?".

En el PP calvianer hay quienes sostienen que, si el actual alcalde no repite como aspirante, la candidatura debería recaer en algún concejal o alto cargo de esta legislatura. "Seguro que si trajeran aquí a Messi, ganaría las elecciones. Pero él no se ha comido ninguno de los ´marrones´ de esta legislatura", apuntan desde la dirección de la junta, para dejar claro que se posicionarían en contra de cualquier candidato digitado desde Palma.