Biniaraix ya posee una pequeña plaza dedicada a su vecino más ilustre, el premio Nobel de Medicina Jean Dausset.

Numerosos familiares del homenajeado al frente de los cuales había su viuda, Rosa Mayoral, así como autoridades y vecinos de Sóller y Fornalutx, participaron ayer al mediodía en el descubrimiento de la placa con la que el pequeño llogaret de la Serra dedica la plazoleta de Ses Rentadores a su vecino que residió en Biniaraix durante 35 años. La iniciativa se llevó a cabo tras la petición cursada por la asociación de vecinos y más recientemente por el Museu Balear de Ciències Naturals, que habían pedido dedicar un espacio público al reconocido científico.

Desde la Real Academia de Medicina, Macià Thomàs hizo un breve repaso a la trayectoria profesional de Dausset de quien afirmó que "ocupa un lugar privilegiado en la historia de la medicina al haber marcado un hito en la ciencia de los trasplantes", de quien también afirmó que fue "el paradigma de la medicina predictiva y científico excepcional".

La viuda de Dausset recordó la faceta más íntima del premio Nobel y de la elección, casual, de Biniaraix como el destino final donde la familia estableció su residencia. Mayoral recordó los paseos que realizó con su marido por Biniaraix y Sóller, así como la acogida "que siempre tuvimos aquí, a quien doy las gracias por lo generosos que habéis sido con nosotros". Y el cónsul de Francia en Mallorca, Michel Magnier, destacó la "lucidez y la paz que daba Dausset" y lo elevó como "un modelo a seguir para las nuevas generaciones". En clave más íntima, el cónsul destacó el "mensaje de sencillez, mirada serena y bonhomía" del científico francés afincado en Biniaraix. Por su parte, los alcaldes de Sóller y Fornalutx, Carlos Simarro y Joan Albertí, halagaron la faceta personal y humana del homenajeado. Pedro Serra dijo que "gracias a él mucha gente vive en todo el mundo".

La viuda del científico descubrió la placa instalada en la fachada de la casa de possessió de Cas Don, un lugar que desde ayer recuerda que Biniaraix acogió como hijo adoptivo al hombre que revolucionó la técnica de los trasplantes en humanos.