El Ayuntamiento de Inca ha recibido una notificación del Govern en la que se le informa de que Bruselas ha consignado 2,4 millones de euros para pagar la mitad de las obras de rehabilitación del Teatre Principal. Según explica el concejal de Urbanismo y primer teniente de alcalde, Felip Jerez, "Se trata de un dinero que se irá abonando contra certificación de obra". Esto significa que cuando se vayan cumpliendo etapas de las obras, el Ayuntamiento remitirá la certificación de que se han efectuado los trabajos que se pagan y la UE abonará la mitad de dicha factura".

El montante de las obras asciende a unos 4,8 millones de euros y en principio debían ser abonados a partes iguales por los tres propietarios del Principal: Govern de les Illes Balears, Ayuntamiento de Inca y Consell de Mallorca. Con la consecución de los fondos Feder, las instituciones locales deberán aportar solo el 50% del total. Aunque Europa ha puesto como condición que la obra debe estar finalizada el 30 de junio de 2015.

Rafel Torres, alcalde de Inca, explicó ayer que "es normal que Europa ponga un plazo y la intención es que las obras finalicen en plazo porque no tenemos ningún interés en tener que pagar más y porque pensamos que ya es hora de que el Principal esté operativo de nuevo".

Cabe destacar que un defecto de los muros de carga ha retrasado los trabajos conforme al plan de desarrollo previsto en un principio. En un estudio de la empresa concesionaria se detectó una desviación de siete centímetros en dichos muros, que están torcidos hacia la derecha. Eso ha impedido que a día de hoy se haya derribado la antigua cantina, algo que estaba previsto. El retraso de las obras se cifró por parte del propio alcalde en dos semanas.

Trabajo

Sin embargo, la empresa concesionaria de las obras se ha ofrecido a recuperar el tiempo trabajando los sábados e incluso los festivos. De hecho, ayer, festividad de los Santos Abdó y Senén, patronos de Inca, las obras del Teatro no se detuvieron. Incluso provocaron las quejas de algún vecino que protestaba porque se hacía ruido en día de fiesta y antes de las ocho de la mañana, algo que contradice las propias ordenanzas municipales.

Torres pidió disculpas públicamente por "las molestias que se puedan causar a los vecinos. Tienen toda la razón pero estamos intentando cumplir los plazos y llevar a cabo una obra que consideramos muy necesaria para la ciudad; pienso particularmente que llevamos demasiados años sin el Teatre".

Por otra parte, las obras han descubierto partes del Teatre en perfecto estado. La zona de tramoya, de madera de olivo, está impecable casi 70 años después de que fuera instalada. Torres asegura que "no será sustituida como se preveía en un principio y el dinero que iba a costar se destinará a alguna mejora suplementaria" del proyecto.