Francisco Carmona Bancalero ofició ayer por la tarde la que sería su última misa como párroco de Lloseta tras su renuncia al cargo después de la polémica suscitada por las presiones de grupos pertenecientes a la misma parroquia de tendencia conservadora que dificultaban su labor pastoral. A pesar de que la gente de la calle apoyaba su labor pastoral y social (se llegaron ha obtener 724 firmas de apoyo que han sido remitidas al obispado), no recibió el oportuno respaldo de la curia. Carmona marcha de Lloseta sin nuevo destino asignado. Hoy domingo también presidirá su última misa en Biniamar.

Al final de la misa vespertina Carmona dio lectura, no sin cierta emoción, a unas palabras de despedida. "Después de dos cursos entre vosotros solamente daros las gracias por la acogida, la comprensión y el afecto que he recibido tanto de Biniamar como de Lloseta, dos grandes pueblos empaltats de bona gent". Pido perdón por las veces que no he estado cerca de los más pobres y repudiados por sus creencias, ideología u orientación sexual.

Finalizó con vivas a Lloseta y a Biniamar y a los patrones de ambas poblaciones.