El ayuntamiento de Llucmajor quiere un municipio más limpio. En los últimos meses la Policía Local ha estrechado el cerco sobre los propietarios incívicos de mascotas. La información revelada en el reciente pleno del consistorio es contundente: en los dos últimos meses se han interpuesto 70 multas y las arcas públicas han recaudado cerca de 20.000 euros. La mayoría de multas han sido motivadas por no recoger los excrementos de los perros, así como por llevarlos sueltos sin correa ni el pertinente chip.

Hay que recordar que, desde hace tiempo, los grupos de la oposición, PSM, PSOE, PI y ASI recalcan la importancia de que el Ayuntamiento ejerza un mayor control y haga cumplir las ordenanzas cívicas y de limpieza viaria.

La proliferación de excrementos de canes y los peligros que conllevan los animales sueltos han sido objeto de reproche por parte de la oposición y ciudadanos en reiteradas ocasiones. En este sentido, se ha advertido de la mala imagen generada y las quejas que ello provoca asiduamente.

En el mencionado pleno ordinario del mes de junio, fue precisamente la oposición quien sacó a debate la problemática. Miquel Serra, regidor del PSM, divulgó que en los dos últimos meses se han impuesto alrededor de 70 multas. El edil sostuvo: "Cuando se trabaja bien y se pone un poco de orden también hay que hacerlo público y reconocerlo. Con esta actuación se demuestra que el Ayuntamiento intenta hacer cumplir sus ordenanzas, se procura que calles, plazas y otros espacios públicos no presenten suciedad, y se garantiza mayor seguridad ciudadana. Se demuestra que con este tema no existe un simple afán recaudatorio,y esto es bueno".

Tras la intervención de Serra, el alcalde, Joan Jaume (PP), asintió y añadió: "En temas cívicos y medioambientales cuesta conscienciar a la ciudadanía, de allí la importancia de llevar a cabo actuaciones de control y campañas para mejorar la convivencia".

Sin embargo, el PSM no se mostró tan satisfecho con el "pobre" control de la disciplina urbanística. Serra lamentó que en el último año el Ayuntamiento se haya ´relajado´ y, en consecuencia, haya bajado el ritmo en comparación con los anteriores dos ejercicios.

Según Serra, la falta de un técnico de urbanismo encargado de realizar las valoraciones ha frenado la adecuada supervisión de las obras ilegales. Cabe apuntar que durante décadas el consistorio llucmajorer aplicó una flagrante amnistía, vista gorda que se tradujo en pírricas recaudaciones en concepto de infracciones. Otros muchos municipios de Mallorca, algunos de ellos de apenas 2.000 habitantes, ingresaron mucho más que Llucmajor.

El alcalde contestó que la Ley del Suelo exige unas determinadas condiciones para la plaza pendiente de técnico de urbanismo, y aseguró que los expedientes se siguen incoando y no ha disminuido la atención municipal.