No ha habido final feliz para uno de los delfines que anteayer reaparecieron en el puerto de Alcúdia y que formaban parte de la manada de doce individuos que habían quedado varados en la playa el pasado sábado. Lo más seguro es que dos de ellos hayan conseguido el objetivo de llegar a mar abierto, alejándose de una costa que resulta mortal para esta especie de cetáceos, ya que según explicó ayer Lluís Partal, gerente del Cofib, algunas personas aseguraron haber avistado dos delfines con las mismas características nadando en dirección al norte, aunque este dato no pudo ser confirmado ayer.

El ejemplar que no consiguió la salvación murió de camino a las instalaciones del Cofib, donde estaba previsto practicarle nuevas pruebas. Al parecer, estaba en muy mal estado.

Por otra parte, ayer también se descubrió el cadáver de otro delfín en la playa de Son Real, en el municipio de Santa Margalida. Según apuntó Partal, este individuo llevaba varios días muerto y presentaba signos de descomposición. Se desconoce si formaba parte de la primera manada que fue avistada.

Mientras, las pruebas practicadas sobre los cetáceos viajan a Canarias, donde se determinarán las causas del varado.