Los pescadores deportivos suman aproximadamente 20.000 embarcaciones en Balears. Bernardí Alba, presidente de la entidad Pesca Responsable, que aglutina a una gran cantidad de estos pescadores deportivos denuncia "discriminación frente a los pescadores profesionales y frente a otros deportivos del resto del Estado".

Al respecto, Alba incide en la pesca del pez espada (Xiphias gladius) y del atún rojo (Thunnus thynnus) en especial.

El pez espada es una pesca prohibida para las barcas de recreo. No obstante, cuando éstas pescan bonito, atún o alguna especie similar se producen picadas de pez espada de forma accidental. Cuando el animal está enganchado en el anzuelo debe ser izado para liberarlo. Se establece un combate entre el pescador deportivo y el animal al intentar ser llevado hasta la barca y algunas veces el animal muere. Alba ironiza con que "nadie sale a pescar emperador pero puede picar y después de haber capturado la pieza de tu vida lo tienes que soltar, aunque el animal haya muerto. Entre tanto los profesionales lo capturan a diario, incluso hay palangreros especializados".

En el caso del atún rojo, el Estado asigna a los pescadores deportivos un cupo de 2.700 kilos al año en todo el territorio nacional y sólo para casos de muerte accidental. La veda se abre el 15 de junio y, según Alba, "a principios de julio ya se clausura la temporada por haberse cubierto el cupo cuando todavía no ha llegado a nuestras costas, ni a las valencianas ni a las catalanas".

El presidente de Pesca Responsable sostiene que reiteradamente se ha solicitado un aumento de los cupos o que se reparta por comunidades. Sin embargo, lamenta que "no se nos ha atendido en ningún momento. Sólo se piensa en el sector primario sin calibrar que tras la pesca deportiva también hay una gran industria que vive de suministros a las embarcaciones".

Alba denuncia también que "Zapatero autorizó las prospecciones petrolíferas en el Mediterráneo, sin que Francesc Antich dijera ni pío; ahora el Gobierno del PP sigue en ello y por lo que se ve José Ramón Bauzá pesa muy poco en Madrid". El pescador deportivo sostiene que "si decidieran perforar, sería el fin de nuestro ecosistema".