Si el público responde como prevé la organización, la ciudad de Inca recuperará hoy el aroma de las grandes eventos comerciales. Medio año después del Dijous Bo, la feria por excelencia del otoño mallorquín, la capital del Raiguer volverá a vestirse con las mejores galas para celebrar el llamado Dijous Gros, una feria recuperada el pasado año después de que la tradición se perdiera a principios del siglo XX para concentrar todos los esfuerzos en la organización del Dijous Bo.

Cuentan los cronistas que Inca y Sineu firmaron un pacto para no hacerse la competencia con sus ferias comerciales. Este supuesto acuerdo habría establecido que Inca no celebraría ningún evento primaveral para no perjudicar a la feria de Sineu, la más importante de Mallorca, mientras que el municipio del Pla haría lo propio en otoño para no hacer sombra al Dijous Bo ´inquer´. Y así todos contentos.

Grupos de voluntarios decoraron ayer las principales calles del centro con motivos florales

Las calles del centro de Inca estarán engalanadas con motivos florales que fueron colocados ayer por un grupo de voluntarios que previamente había ido al campo a cortar cañas y flores para elaborar los montajes. El objetivo es ofrecer una imagen estética acorde con la importancia del evento comercial. En la práctica, el Dijous Gros se traducirá en el mercado semanal más largo del año, sin contar el Dijous Bo, ya que se cerrará a las ocho de la tarde. La jornada se amenizará con la organización de diversas actividades como una exposición sobre la historia del tren en Mallorca, la realización de una alfombra vegetal por parte de la Associació Gent Gran y la celebración de juegos tradicionales. A mediodía se celebrará una comida popular de ´bessonada de faves´ a beneficio de la Fundació Es Garrover organizada por los vecinos de la Plaça de s´Aigua.