­Los masajistas ilegales transitan ya con fluidez por la arena de las playas de Calvià en este prólogo del verano, ofreciendo sus servicios a bañistas contracturados o, simplemente, con ganas de relajarse. En pocas semanas, a esta oferta ilegal se le sumará otra regularizada, porque el Ayuntamiento ha recibido los correspondientes permisos de Demarcación de Costas en Balears y de la conselleria de Medio Ambiente del Govern para instalar una docena de puestos de masaje en nueve playas del municipio.

Los técnicos del Consistorio han preparado las bases del concurso, al que podrán presentarse las empresas interesadas en gestionar estos puestos aportando masajistas debidamente titulados y garantizando unos estándares sanitarios. Las estructuras que se instalarán tendrán una superficie de 12 metros cuadrados y estarán hechos de madera, siguiendo el típico estilo balinés.

El Ayuntamiento saca la concesión en diferentes lotes. Habrá dos puestos de masaje en Palmira (Peguera), Magaluf y la playa grande de Santa Ponça. Y uno en Torà, Palmira (Peguera), es Carregador, Son Maties (Palmanova), Cala Falcó y Oratori (Portals Nous). El canon que pedirá el Consistorio en la licitación por cada lote asciende a 2.859 euros. Las concesiones se otorgarán hasta el año 2023, aunque estarán condicionadas a la autorización anual de Costas.

Las bases del concurso establecen también las tarifas que tendrán que cobrar los concesionarios del servicio, de la misma manera que se fijan para los concesionarios de hamacas, sombrillas y velomares. En este caso, el precio del masaje será de un euro por minuto de tratamiento.

Próxima entrada en vigor

El regidor del área de Litoral, Daniel Perpiñá, declaró ayer que el objetivo del Ayuntamiento es que, antes de este verano, se haya resuelto la concesión. Y apuntó que hay "cuatro o cinco" empresas que se han mostrado interesadas en la iniciativa. Perpiñá resaltó que en estos puestos habrá profesionales debidamente titulados y que los masajes se harán en unas condiciones de higiene con garantías. Los responsables municipales inciden en que esta iniciativa pretende dotar de nuevos servicios a las playas del municipio, al tiempo que esperan que ayude a erradicar el fenómeno de los masajistas ilegales, que ha ido a más en los últimos años y que se ha sumado al de otras prácticas que se mueven en la ilegalidad, como la de los vendedores ambulantes. Desde principios de mes, ya se les puede ver por las playas del municipio, ofreciendo sus servicios a los bañistas.

El apunte

El regidor de Litoral, Daniel Perpiñá, asegura que la playa pequeña de Santa Ponça (es Caló de´n Pellisser) no tendrá chiringuito este verano, respondiendo a las peticiones vecinales. La explotación turística de este arenal, frecuentado sobre todo por residentes de la zona, empezó el año pasado. Se instalaron hamacas, sombrillas y un chiringuito. En su momento, hubo vecinos que expresaron sus quejas al Ayuntamiento, al entender que eran demasiadas instalaciones para una playa de apenas 20 metros de largo y 30 de ancho. En la imagen, una panorámica del aspecto de la playa en 2013.