Era mediodía cuando un grupo de escolares (cinco chicas y dos chicos) disfrutaban de los primeros minutos de libertad que concede la Semana Santa, en el paseo de Cala Gat de Cala Rajada. Fue el momento en que él apareció. Un ‘look’ primaveral de pantalón claro, camisa blanca sin corbata y americana, comandando su séquito y con periodistas a su alrededor, hicieron ver a las chicas que se trataba de alguien famoso: “¿Quién debe ser?”, preguntó una de ellas... “¡Es el presidente de Baleares, el que no ha llevado a la ruina!”, respondió sobresaltado uno de ellos. Pero ese punto económico ‘cool’, lejos de amedrentar a nuestras protagonistas, actuó como imán e hizo que quisieran hacerse una foto con José Ramón Bauzá (así lo recordarán a partir de ahora). Todos sonrientes bajo el sol. Bueno, todos no... el mismo chico del comentario de crisis, argumentó también su renuncia a posar junto al president: “Yo mejor me quedo aquí, a ver si se le cae un billete de quinientos de los que nos han robado”.

...Y Bauzá se olvidó de los pescadores

Todo esto pasó porque ayer Bauzá organizó una visita por tres municipios ‘rebeldes’: Capdepera, Son Servera y Sant Llorenç. Su agenda, publicitada un día antes en la web del Govern, incluía una visita a futuras instalaciones deportivas, al mural del artista Gustavo... y al nuevo punto de venta de la pescadores de Cala Rajada. Pero pese a los preparativos nunca llegó.