Malena Estrany y Tomeu Fuster, concejales no adscritos de Pollença, anunciaron ayer, por sorpresa, su intención de presentar la dimisión al cargo en el pleno que tendrá lugar mañana.

En ambos casos los concejales manifestaron que su renuncia obedece únicamente a causas personales.

Esta dimisión posibilita la consecución, por primera vez en esta convulsa legislatura en Pollença, de una mayoría absoluta.

El consistorio pollencí está formado por 17 concejales por lo que la mayoría absoluta es de nueve ediles. Al principio de la legislatura se produjo una composición muy diversa del consistorio y cualquier mayoría implicaba la firma de un pacto de al menos tres formaciones políticas.

El PP, siendo el más votado, y con cinco ediles, inició conversaciones pero sólo logró formalizar un pacto con la antigua Lliga. Sumando los tres ediles de esta formación obtenía una mayoría simple de ocho escaños. Sólo la negativa de Esquerra a formalizar un pacto con el resto de la oposición posibilitó que Bartomeu Cifre (PP), fuera investido alcalde.

No obstante, durante la legislatura, los concejales que ahora renuncian se constituyeron en ediles no adscritos al no querer formar parte del Pi, partido que se había creado de la fusión de la Lliga y de Convergència per les Illes. La mayoría simple quedo reducida a seis ediles merced a esta circunstancia. Sin embargo, los dos ediles de Convergència y el que quedaba de la Lliga siguieron posibilitando una mayoría simple de ocho, que ha gobernado con apoyos puntuales del único edil de Unió Mollera Pollencina, Nadal Moragues.

La renuncia ahora de los dos concejales mencionados provocará que entren dos nuevos ediles de la antigua lista de la Lliga. Una de ellas, Marilén Capllonch, está integrada en el Pi, y el siguiente Tomàs Ventayol, no tiene filiación actualmente. Rafel Ballester, presidente del Pi en Pollença confirma que "aunque no quisiera entrar en el pacto, la entrada de Marilén Capllonch ya garantiza la mayoría absoluta pues se contaría con nueve concejales".

El PP

Antònia Mas, presidenta del comité local del PP, manifestó ayer que "sería muy rocambolesco que un nuevo concejal entrase sin querer formar parte del equipo del que participa su partido. Lo normal es que se integre o que renuncie por lo que probablemente la mayoría será de diez concejales".