Los vinos producidos en la histórica finca de es Fangar tendrán pronto una bodega a la altura de sus aspiraciones. Los arquitectos contratados por la propiedad registraron el pasado miércoles en el ayuntamiento de Felanitx, el proyecto básico de lo que será su gran obra en el polígono de Son Colom, cerca de la carretera que lleva a Campos. El complejo, de seis millones de euros, ocupará tres naves y un total de algo más de 6.000 metros cuadrados de terreno, para una edificación que contará con dos grandes sótanos, una planta baja y un piso no completo, para un total de 8.000 m2 construidos.

El objetivo del empresario alemán Peter Eisenmann es lograr exportar, en breve, casi toda la producción de las 350.000 botellas anuales que piensa embotellar y guardar en la bodega de Son Colom, un proyecto que reportará más de 100.000 euros a las arcas municipales en concepto de tasas e impuestos bonificados, tal y como recordaba ayer el alcalde Biel Tauler (PP).

Hace meses que los responsables del área de vinos de es Fangar fueron a hablar con él y los técnicos locales, para interesarse por los descuentos del 75% con los que el Urbanismo local grava a las empresas que quieran instalarse en el polígono industrial y de servicios, inaugurado en 2003 y con menos de media docena de naves ocupadas. "Les dijimos que para los permisos debían hablar primero con Gestur [empresa del Govern que gestiona parte de los polígonos y se encarga de facilitar el asentamiento empresarial], que era la propietaria de los terrenos", explica Tauler, "por nosotros no había ningún problema". De hecho el pasado mes de febrero, el consistorio ya aprobó la licencia de actividades. De esta forma, ya solo falta que es Fangar presente el proyecto definitivo de ejecución para comenzar las obras este mismo verano.

Hace más de dos años, el multimillonario germano ya solicitó al Consell de Mallorca el interés general para construir una importante bodega dentro de su finca de Son Macià (Manacor). Se trataba de un gran espacio, cerca del viñedo, con salas de catas, espacios polivalentes y un mirador. Como el del polígono, el espacio ocupaba 8.000 m2, pero con la diferencia de que era bioclimático debido a que el 95% de su superficie quedaba directamente bajo tierra, lo que minimizaba posibles impactos visuales, aprovechando la luz natural, la estabilidad térmica y de humedad y la ausencia de vibraciones. Pero el Consell denegó la propuesta al considerar que se trataba de un proceso de producción, y tal función debía ser llevada a una zona empresarial.

Cabe señalar que es Fangar ya cuenta con otra pequeña bodega situada en el mismo polígono desde hace unos años, instalación que pese a que en un principio se construyó pensando que sería provisional, ahora se pretende mantener también activa.

Vinos en crecimiento

La finca cuenta con cepas jóvenes que todavía no ofrecen un rendimiento elevado (según la empresa apenas 70.000 litros al año). Los precios de sus botellas oscilan entre los 13 euros del joven rosado Twenty Twelve hasta los 35 que cuesta la de 5 Diferents, el tinto de la casa, pasando por las cantidades intermedias del blanco Sa Fita. "Muchos restaurantes quieren tener nuestro vino en sus cartas, pero de momento no hay suficiente".

En un futuro próximo, a las 64 hectáreas actuales de viñedo se le sumarán 27 más, lo que unido al aumento de la productividad harán que es Fangar pueda exportar internacionalmente la mayoría de su producción de vinos, aunque el mercado se centre rpincipalmente en Alemania y Suiza. Las variedades de uva empleadas para los caldos van desde el Callet, al Manto Negro, pasando por Gorgollassa o Cabernet Sauvignon.