El alcalde Búger, Bartomeu Alemany, explica que este año se tiene previsto dedicar una parte muy importante de la ayuda económica del Consell de Mallorca a sustituir las viejas conducciones de agua potable, porque "son peligrosas para la salud". Según indica Alemany.

Además de los posibles problemas de salud, el desgaste de las viejas conducciones está ocasionando problemas de fugas de agua.

El peligro para la salud de las personas radica en que las tuberías que se colocaron en su día son de fibrocemento. Este material se desgasta y desprende fibras peligrosas. Para la fabricación del fibrocemento, originalmente se utilizaba el amianto como fibra de refuerzo, pero cuando se hicieron patentes los problemas de asbestosis que éste provocaba, se fue abandonando paulatinamente su uso en los distintos países (en España, a partir de la década de 1990). Se ha intentado sustituir el amianto por otros tipos de fibras, como las de celulosa, de vidrio o vinílicas.

Las obras de sustitución de las viejas tuberías se llevarán a cabo en las calles: Cervantes, Creu, Llevant y Forn. Alemany puntualiza que "probablemente queden solucionados los problemas a excepción de si nos sale algún tramo desconocido". No obstante, el alcalde recuerda que hace ya años que se promulgó un bando "recomendando que no se beba agua de la red de suministro porque, al margen del problema del fibrocemento, tenemos otro de exceso de nitratos".

La ayuda de este año del Consell de Mallorca asciende a 200.000 euros. Además de las obras descritas, el Ayuntamiento de Búger estudia otras posibles inversiones como la reforma del edificio conocido como sa Carnisseria, que sería ocupado por la asociación de segunda edad.

También se baraja la posibilidad de rehabilitar la fachada de la casa de Cultura Batle Miquel Amengual.