­—¿Qué es para usted la música?

—Ha sido mi pasión, pero la música es algo muy complejo. Hay muchas líneas de música, algunas auténticas barbaridades y también son música. Hay una gran diversidad de gustos y opiniones, y esto es muy normal. Eso sí, considero que en música, en España vamos con 30 años de retraso.

—¿Y qué le gusta más; tocar el piano o dirigir una orquesta?

—Dirigir me gusta más que tocar el piano, me satisface más porque la orquesta tiene unos recursos extraordinarios que no tiene el piano. En mi opinión, la Filarmónica de Berlín es sin duda el mejor conjunto orquestal del orbe.

—¿Una batuta fenomenal del panorama musical actual?

—Gustavo Dudamel. Tuve la ocasión de asistir a un concierto espectacular que éste dirigió en Oviedo con motivo de la entrega de los premios Príncipes de Asturias en 2008, año que distinguieron al menut [en alusión a su nieto], que éste es otra historia, al ser reconocido el Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, creado por el compositor y economista José Antonio Abreu. Dudamel dirigió concretamente a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar en la clausura de la XVII Semana de Música de Oviedo.

—El semanario local ‘Manacor Comarcal’ le dedicó en 2012 el librito titulado ‘Mestre Rafel Nadal, leyenda viva con 65 años de realizaciones musicales’.

—No es que me lo dedicara, es que Manacor Comarcal por lo visto hizo una tirada de 4.000 para promocionar la revista, no para promocionarme a mí [risas]. En realidad este libro no contiene ni una cuarta parte de lo que he conseguido en mi trayectoria.

—En cualquier caso constituye un interesante repaso, complementado con fotos de usted con personajes conocidos como Guillem d’Efak, Miquel Àngel Riera, Alfredo Kraus, Antoni Parera Fons, el presidente José Ramón Bauzá por la inauguración del Auditori de Manacor, etc. Además de imágenes de las galas en las cuevas dels Hams, la Capella de Manacor, el añorado Teatre Principal de Manacor...

—Así es. Me gusta especialmente el texto de mi amigo Miquel Àngel Riera, prólogo del estreno de La Passió, en 1992: “Particularment, estim i me sent gelós pel nom d’una de les persones que més ha fet per la cultura de Manacor dins aquesta segona meitat de segle: m’estic referint, naturalment, a Rafel Nadal”.

—¿Cuántas óperas ha visto?

—Muchísimas. Sólo en el Liceu de Barcelona, 119. Fila 8, pasillo, butacas 1 y 2. Resulta que el notario Damià Galmés, hombre muy culto y metódico, enviudó y me pidió que fuera con él a Barcelona. Tenía su abono y no quería perderlo, y viajamos juntos durante nueve años. También íbamos al Palau de la Música puesto que yo tenía mis contactos y a veces me llevaba también a un cabaret [risas].

—¿Algunos antepasados suyos fueron también músicos?

—Mi padre y un hermano suyo fueron músicos aficionados.

—¿Cuáles fueron sus titulaciones y profesiones?

—Maestro de escuela, procurador de los tribunales, gestor administrativo y durante 41 años director de la Banda de Música de Manacor (y Escola de Música), formando parte del Cuerpo Nacional de Directores Músicos de la Administración Local, hubo unas oposiciones para 42 plazas y yo saqué el número 21. Reconozco que fue un chollo ocupar esta plaza, apenas se exigían unos cuatro conciertillos al año: beneïdes, carnaval, Porto Cristo, Reyes, etc. Un regalo de por vida. Eso sí, yo fui muy tolerante y eficiente. Hice las cosas bien. Me jubilé a los 65 años. Un día podría publicar un libro sobre la mediocridad política de este país. Diría muchas verdades.

—¿Cuántas veces ha dirigido el clásico y tradicional sainete de Rubí y Servera ‘Ai Quaquín que has vengut de prim!’?

—156 veces en 60 años, y lo han recibido 22 pueblos de Mallorca. Esta obra tiene una gracia especial. Ahora preparamos una serie excepcional que llevaremos a varios pueblos, con un primer acto netamente de zarzuela y un segundo que será el Quaquín.

—¿Óperas estratosféricas del catálogo internacional?

—¡Muchas! La Bohème, Tosca, Don Carlo, Aida... ¿Sabes cuántas operas hay?

—¿Cuántas?

—¡Más de 30.000!

—¿Algunas que le hubiera gustado dirigir?

—Don Carlo y La Bohème.

—¿Las voces masculina y femenina más extraordinarias?

—Alfredo Kraus, de quien tengo enmarcada una sentida dedicatoria que me hizo, y María Callas.

—Tiene cinco hijos: Sebastià, Toni, Rafel y una pareja de gemelos: Miquel Àngel y Marilén. ¿Ninguno ha tenido la misma pasión que usted por la música?

—Marilén tuvo un poco. Fue a violín hasta tercer curso, en la Escola de Música, y no daba la talla...

—¿Qué me puede decir del exfutbolista Miquel À. Nadal?

—63 veces internacional. Y de hecho fue él quien me curó el cáncer de próstata. Estaba jugando en el Barcelona y accedí rápidamente a la clínica Puigvert gracias a él.

—Coménteme cosas del nieto número 1 del tenis mundial.

—En Rafelet es una excepción, un fuera de serie, no le han regalado nada. Ha hecho lo que no hubiera hecho nadie. Toni le machacaba y Rafel lloró muchas veces, pero aguantaba y aguantaba. De la dolencia reciente me dijo: “Padrinet, había muchos miles de personas que habían pagado, y algunas de ellas seguramente con serias dificultades económicas...”.

—Pero jugó toda la final de Australia, demostrando su competitividad, humildad y corazón. ¿Superará al suizo Federer?

—Puede superarle pero creo que se hace demasiado literatura con esto, con el deporte en general digo, también con Cristiano, Messi, etc. Sí que es cierto que a su edad Federer no había cosechado tantos títulos grandes.

—Nunca ven al abuelo Rafel Nadal en la tele, de público viendo el partido del nieto.

—Ni en directo ni en la tele. Llevo un marcapasos. Me pondría nervioso, preocupado, lo que pasa es que cada vez en las noticias lo dicen luego una decena de veces. ¿Ha perdido? Otra vez será. ¿Ha ganado? Disfruto un poco más.