La deuda total del Ayuntamiento de Llucmajor supera los 50 millones de euros y el equipo de gobierno municipal, del PP, aprobó ayer en solitario el presupuesto de 2014 pese a las múltiples advertencias reflejadas en el Informe de Intervención. Sobresalen los reparos por incumplir el Plan de Ajuste y por las previsiones de determinados ingresos "demasiado optimistas" y "excesivas".

En concreto, el PP dio luz verde a unas cuentas que en el capítulo de gastos ascienden a 35,8 millones de euros, y en el de ingresos, a 37,2. Se dispone de un superávit de 1,3 millones. Los grupos de la oposición, PSOE, PSM, ASI y PI, votaron en contra por distintos motivos, como por el hecho de las "serias objeciones" expuestas por la interventora; la "exagerada presión fiscal que sufre la ciudadanía"; los costes "muy caros" de algunos servicios externalizados; se contenta "más a los bancos que a los ciudadanos" y la "falta de inversiones para dar respuesta a las demandas vecinales y mejorar la calidad de vida".

El alcalde, Joan Jaume (PP), calificó el presupuesto de 2014 de "ajustado y realista". Resaltó que los valores catastrales se verán rebajados en un 27% y ello se traducirá en una reducción de los recibos de la contribución urbana, es decir, el Impuesto de Bienes Inmuebles, en los últimos años al alza, lo que cada vez ha provocado mayor indignación social.

Según Jaume, el Ayuntamiento va por el buen camino del saneamiento de sus arcas. En esta línea dijo que respeta el Informe de Intervención y reconoció que varias pegas están bien razonadas y, no obstante, hay incumplimientos, aunque defendió su gestión.

El Informe de Intervención avisa de que "no se ha procedido a la aprobación del presupuesto del ejercicio 2014 con un superávit equivalente al remanente de tesorería negativo de 5,4 millones [liquidación de 2012], hecho que implica un incumplimiento del artículo 193.1TRLRHL".

Por otra parte, "la reducción de horas extras previstas en el Plan de Ajuste no se plasma en el presupuesto".

En cuanto a ingresos, la interventora, Maria del Mar Ferrer, manifiesta su preocupación por las medidas adoptadas en materia de IBI. La recaudación prevista "es inferior no solo a la señalada en el Plan de Ajuste sino a la del ejercicio 2013, hecho que pone en serio riesgo la viabilidad económica de la Corporación, así como supone un incumplimiento de uno de los puntos básicos del Plan de Ajuste para poder cumplir y obtener los datos necesarios para afrontar la situación económica en la que se encuentra la Corporación".

A su vez, Intervención cree que "las previsiones de afloraciones [cerca de un millón de euros por nuevas viviendas dadas de alta sobre todo en rústico y que una labor de inspección de la ATIB detectó que se libraban de pagar] son excesivamente optimistas".

Por otro lado, "la realidad presupuestaria es que el ingreso contabilizado del 2013 a fecha de 16 de enero de 2014 ascendía a 43.000 euros, por tanto, a la hora de prever un crédito inicial de 150.000 euros para el 2014 en infracciones urbanísticas se debe ser mucho más prudente, teniendo en cuenta los resultados obtenidos hasta el momento". Las previsiones por infracciones de medio ambiente también "son optimistas".