La Ley de Símbolos del PP que entró en vigor el lunes se refiere únicamente a los edificios públicos. Sin embargo, algunos aprovechan la coyuntura para cuestionar también los símbolos que se exhiben en el ámbito privado. Es el caso que le ha ocurrido a una catalana afincada en Alcúdia, que a finales del pasado mes se encontró una carta anónima en el buzón personal en la que, en un tono amenazador que roza la xenofobia, alguien expresaba su disgusto por la bandera independentista catalana que esta vecina tiene colgada en el balcón de su casa.

"Usted aquí es una invitada, nadie la ha llamado"

"No vamos a empezar la misiva con lo de ´estimada señora´, ya que ni es estimada ni señora", empieza el anónimo, que acusa a esta vecina de ser una "forastera" a quien hay que exigir "respeto por nuestros signos y símbolos". "Ya que tenemos que aguantarla en la isla, intente pasar desapercibida, sin dar la nota", sigue el mensaje, escrito en castellano. "Como parece que su cultura no llega a entender lo que es respeto, se lo vamos a aclarar una sola vez. En Mallorca tenemos dos banderas: la española y la nuestra propia, pero no la jodida ´estelada´", añade el autor o autores de tan amable comunicado.

"Quite la ´estelada´ del balcón y metásela por donde le quepa"

Y aquí es donde la carta se convierte en una amenaza pura y dura. El individuo en cuestión exige la retirada de la bandera de la casa particular de esta vecina. En caso contrario: "otra opción que tiene usted es coger el barco y largarse por donde ha venido, que no la echaremos de menos". "Avisada queda", concluye la misiva de forma inquietante, no sin antes meterse con el apellido de la denunciante, de origen castellano. "No hay nada peor que un converso. Presume de catalana y no tiene pedigrí", remata la carta anónima.

La afectada no piensa ceder a las amenazas

A pesar del requerimiento (por decirlo de alguna forma) para que retire la ´estelada´, esta vecina de Alcúdia asegura que no piensa ceder ante las amenazas y ha criticado que esta persona le pida respeto o hable de pedigrí "escondida de forma cobarde detrás del anonimato". Lejos de acobardarse, apunta que este suceso le ha "despertado la conciencia, que tenía algo dormida", y que a partir de ahora se siente todavía "más hermanada" con la tierra mallorquina, sin perder la esperanza en que "algún día lo de los Països Catalans deje de ser una utopía".

Pollença cuelga el símbolo cuatribarrado en Can Llobera

El mismo día en que entraba en vigor la Ley de Símbolos, el ayuntamiento de Pollença llevó a cabo una acción (valga la redundancia) de gran carga simbólica: colgar el lazo cuatribarrado en el edificio municipal de Can Llobera. Los encargados de reponer el lazo fueron el regidor Joan Ramon Mateu, del PI, encargado de gestionar los temas relacionados con la normalización lingüística, y el edil del PSM Tomeu Cifre. "Después de los ataques constantes a nuestra cultura y lengua, hemos considerado oportuno colgar nuevalmente el lazo en el emblemático casal de Can Llobera, por todo lo que significa Costa i Llobera en nuestra cultura". apuntaron los ediles. Por cierto, el lazo es de vinilo plasmado sobre una plancha metálica con el objetivo de que pueda durar mucho tiempo...