El ansiado proyecto de construcción de una variante para descongestionar el tráfico en el centro de Inca ha sufrido numerosos vaivenes y modificaciones antes del boceto que, en principio, parece definitivo. La última versión de la Ronda Norte aleja el tramo final de la vía del casco urbano de la ciudad, después de la avalancha de alegaciones recibidas por parte de vecinos de la localidad que se sentían perjudicados por el trazado.

En un principio, estaba previsto que la variante desembocase en la carretera vieja Inca-Alcúdia a la altura de las viviendas de Can López, ubicadas a pocos metros del polideportivo municipal. Finalmente, la presión vecinal consiguió que los técnicos valorasen otras opciones menos traumáticas para los vecinos y ubicasen el final de la Ronda a unos 400 metros del casco urbano.

Esta nueva versión implica la construcción de un nuevo tramo que se alejaría de la zona residencial y que uniría el camino de l´Ermita con la carretera Palma-Alcúdia pasando por el Camí Vell de Pollença y por un tramo del camino de Can Panxeta.