El alcalde de Llucmajor, Joan Jaume Mulet (PP), confirmó ayer que la polémica plaza Reina Maria Cristina de s´Arenal "será remodelada antes de que llegue el próximo verano". La modernización de la conocida popularmente como ´plaza naranja´ es una vieja reivindicación vecinal. Un proyecto que contaría con una primera fase de demolición del chiringuito interior, para lo que se cuenta con un presupuesto de 50.000 euros.

Hace más de un año, en julio de 2012, el consistorio ya anunció que se haría cargo de demoler el quiosco central que impide la visibilidad "con fondos municipales" aunque no determinó entonces cuándo se realizarían los trabajos o si eso iría acompañado de una reforma del espacio público. En esos momento ya se intervino desbrozando el espacio para darle mayor amplitud, y condenando la fuente de agua por sus constantes pérdidas y sus problemas de insectos.

De esta forma la ´plaza naranja´ de s´Arenal (conocida por ese nombre debido a las teselas de ese color con que está recubierto su mobiliario urbano), entraría de así dentro de los 450.000 euros de la partida de inversiones prevista por el ayuntamiento de Llucmajor dentro de los presupuestos de 2014, que se prevé que se aprueben en pleno extraordinario este próximo mes de enero y que "probablemente asciendan a unos 33 millones de euros", según explicó el propio alcalde tras el pleno de ayer a mediodía.

Cabe recordar que en marzo de este año, además, el consistorio anunció la renuncia al crédito ICO de seis millones estatales, para la construcción de dos aparcamientos subterráneos en s´Arenal, uno en la avenida Europa (con 400 plazas) y el otro precisamente en la plaza Reina Maria Cristina con dos pisos en los que cabrían algo más de 150 vehículos. Pero un estudio previo determinó que la instalación no sería rentable por la rotación insuficiente de coches, que generarían unas pérdidas difíciles de asumir para las arcas llucmajoreres.

Prórroga para los contadores

El equipo de gobierno del PP también apoyó la moción presentada por el grupo municipal PSM-Entesa, para alargar el plazo de instalación de los nuevos contadores divisionarios de agua hasta el 31 de diciembre de 2015. Además, el Ayuntamiento se compromete a buscar subvenciones institucionales externas para compensar los gastos que debe asumir el consumidor.

La concesionaria de agua en Llucmajor, Aqualia, ha iniciado ya un cambio que afecta a 535 comunidades de vecinos y alrededor de 3.000 usuarios, que deberán individualizar los contadores para evitar problemas por elevado consumo o cortes por ciertos impagos.