La portavoz municipal, Cristina Tugores (PP), sorprendió a propios y extraños cuando no tuvo reparos en reconocer durante el pleno municipal de ayer la "nefasta" herencia recibida por la actual corporación "no sólo de gobiernos del PP, sino también socialistas", en alusión a los años de gobierno de Carlos Delgado y de Margarita Nájera. Tugores recordó que, a principios de legislatura, el pasivo era de más de 93 millones de euros y que la previsión municipal es que esa cifra se pueda reducir hasta 57 millones cuando acabe el mandato de Manu Onieva.

?Destacó también que se han amortizado 3,4 millones de deuda, gracias al superávit logrado en 2012. Agregó que si en 2011 se pagaban 3,6 millones de euros al año en concepto de intereses, en 2014 se abonarán 1,9 millones y en 2015, 1,6 millones.

?El portavoz socialista Alfonso Rodríguez Badal difirió de este análisis. Reconoció que ese superávit -cifrado en seis millones de euros- no puede destinarse por ley a otra cosa que no sea amortización de deuda, pero subrayó que si hubiese habido una mejor ejecución de los presupuestos no se habría dado ese sobrante monetario.

?En este sentido, Rodríguez Badal echó en falta que ese dinero no haya ido "en beneficio directo inmediato" de los ciudadanos de Calvià. "En el momento en que pesan más las dificultades, ustedes están amortizando más deuda de la que están obligados", recalcó el regidor socialista.