La ciudad de Inca dispone desde ayer de un nuevo servicio encaminado a cubrir la demanda existente en materia de atención a personas con discapacidad psíquica. La residencia que el Patronato Joan XXIII tiene en la barriada de Crist Rei de la capital del Raiguer abrió ayer sus puertas después de permanecer varios años con las obras terminadas pero sin servicio.

La residencia fue ayer inaugurada oficialmente con la presencia de las autoridades municipales presididas por el alcalde Rafel Torres y también con una elevada representación del Consell de Mallorca, con la presidente María Salom a la cabeza. También estuvo presente el presidente del Patronato Joan XXIII, Bernat Tomàs.

La residencia del Patronato Joan XXIII ofrecerá inicialmente un total de veinte plazas destinadas a las personas con discapacidad, de las cuales la mitad, diez plazas, serán concertadas con una subvención del Consell. No obstante, la intención de la institución insular es la de concertar el resto de plazas a lo largo del próximo año con el fin de tener el equipamiento "a pleno rendimiento".

La construcción ha tenido un coste de 1,3 millones de euros que se financiaron con aportaciones del Govern, el Ayuntamiento y el Patronato.

Fuentes del Consell explicaron que cada una de las plazas concertadas tiene un coste de 40.000 euros anuales, de los cuales la institución insular financia la mayor parte a través del IMAS. El resto del coste es cubierto por la persona residente o sus familiares.

A pesar de la puesta en marcha del nuevo servicio, la lista de espera en la comarca de Inca no desaparecerá. El presidente del Patronato explicó que tiene en la agenda la activación de nuevos proyectos para que este colectivo de personas no se quede sin atención.