­Los vecinos de Esporles, incluidos los que son dueños de canes, no ven con malos ojos la medida que estudia el Ayuntamiento consistente en crear una base de datos con el ADN de los perros censados en el pueblo, lo que permitiría identificar a los propietarios que no recogen los excrementos caninos. Sostienen que se trata de una buena idea para acabar con el incivismo de algunos dueños de mascotas y para concienciar a la ciudadanía.

Ésa fue la opinión mayoritaria entre más de una decena de residentes, muchos de ellos propietarios de canes, consultados ayer en Esporles, después de que este diario informase de que el Consistorio se plantea recoger muestras genéticas de los animales para elaborar un censo de ADN. Así, cuando se encontrase un excremento canino se tomaría una muestra y se remitiría a un laboratorio que cotejaría los resultados con la base de datos para identificar al infractor.

Paseando por la avenida principal del pueblo junto a su hija y su pequeño perro, Javier Abril sostenía que era una "iniciativa necesaria". "Yo voy con el carrito y tengo que ir esquivando continuamente cacas de perro. No es de recibo. Si la gente no sabe comportarse hay que recurrir a la coacción", declaró Abril, quien agregó que, si se llega a poner en práctica esta medida, previamente debería realizarse una potente campaña informativa.

Otra vecina de Esporles, Ascensión Leal, aseguraba: "Me parece bien. A mí me da mucha rabia que haya tantos excrementos". Leal sostuvo que, desde que se pusieron más bolsas a disposición de los dueños de mascotas, se ha reducido el problema, pero que, aun así, éste existe.

Originaria de Andalucía, María Zorita afirmó que sólo vería bien la iniciativa en el caso de que el análisis genético necesario para identificar al responsable lo pagara el infractor y no lo tuviese que abonar el Ayuntamiento. "Considero que hoy en día hay mejores cosas en las que gastarse el dinero público. Lo que habría que hacer es concienciar más a los dueños", manifestó Zorita, quien agregó que, de todas formas, Esporles está muy limpio en comparación con otras ciudades de la península. Mientras, en un descanso de sus compras diarias, la esporlerina Maria Aguiló reconoció que el pueblo "está lleno de cacas". Especialmente, dijo, en la zona de la Vilanova.

"La gente que no las recoge tiene muy poca vergüenza. Hay que concienciar. Yo el otro día vi cómo un perro hacía pis en un portal y el dueño ni se inmutaba", criticó Aguiló. Otra vecina, Anita Matas, respaldó la iniciativa consistorial.

"La calle tiene que estar limpia", subrayó Matas, quien resaltó el problema que suponen los excrementos caninos para los niños que juegan en la calle. Rafael Pino, mientras tanto, constató que en el camino de su casa al centro del pueblo "hay excrementos por todo", y señaló que él sería partidario de un censo de ADN canino como el que estudia implantar el Consistorio.