Manacor, algo más de 43.000 habitantes y 950 papeleras, no quiere oír de la madera; es verdad que dan un toque ´eco´, un punto verde que da un toque informal en las plazas concurridas. Porque suelen ser redondas, formadas por listones colocados a varios centímetros de distancia uno de otro para poder formar el círculo. Y entre ellos se cuela el viento, ráfagas molestas que hacen que las bolsas, como las melenas, casi salgan volando y dejen tras de si lo que tanto había costado recopilar a través del civismo. En definitiva, que el concejal de Medio Ambiente, Bernat Amer, está harto de papeleras ineficaces y aboga por las de fundición rectangulares de toda la vida.

La distribución

Pero pasemos a la lista. En Manacor ciudad hay 430 papeleras (cuatro más desde esta misma semana), 307 en Porto Cristo (321 con la ampliación de estos días), 80 en s´Illot, 19 en Son Macià y un centenar entre Calas de Mallorca, Cala Murada y s´Estany den Mas. De fundición quedan 144, ya hay 160 especiales para excrementos caninos y casi 700 entre plástico, madera y otros materiales metálicos. "Tenemos ´stock´ suficiente para cubrir la demanda de aquellas zonas que lo necesiten o soliciten", respondía Amer hace tres días tras la crítica del PP de posibles suciedades urbanas.

Multas a coches municipales

Ya no hay respeto ni para el trabajador público. Hace unas semanas dos vehículos de la brigada municipal fueron multados por la policía. Uno de ellos el de un electricista de guardia que pisó un poquito el acelerador y, según la versión consistorial, se pasó de 20 km/h el límite de 60 permitido en la vía en cuestión. El otro era una furgoneta que se averió cerca del Molí den Sopa, y obligado, tuvo que aparcar en un lateral (inadecuado) de la calzada.