­La asociación de vecinos de la urbanización Galatzó (Calvià) convocará próximamente a todos los residentes de esta zona residencial a una asamblea para definir una postura común en torno a la controvertida ampliación del polígono de Son Bugadelles, que afecta a sendos sectores de 149.600 y 135.815 metros cuadrados, respectivamente.

Este último sector, conocido popularmente como el triángulo de Galatzó, es el que ha generado más controversia, ya que linda con la urbanización. Desde que se anunció la ampliación, el posible desarrollo de estos terrenos ha sido visto con recelo por los vecino.

Representantes de la asociación es Puig de Galatzó han explicado a este diario que, en esta convocatoria ciudadana, que piensan celebrar antes de final de año, plantearán a los residentes dos opciones para defender a nivel colectivo ante el desarrollo de esos terrenos. La primera pasaría por que el triángulo de Galatzó se quede tal y como está, es decir, sin desarrollar urbanísticamente. Y que, como mucho, se establezca como reserva de suelo para, en un futuro, poder construir viviendas sociales.

La junta directiva de la entidad vecinal se decanta por esta postura y, en este sentido, recuerdan que en su día recogieron cerca de 2.000 firmas contra el desarrollo urbanístico del lugar. La segunda opción consistiría en aceptar la construcción de equipamientos y servicios en la zona, tal y como se contempla en la modificación del plan general de Calvià que impulsó el equipo de gobierno popular del alcalde Carlos Delgado y que fue ratificada por el Consell de Mallorca en 2010. La normativa establece que en esa zona no podrán ir usos industriales.

A este respecto, representantes de la asociación de vecinos mantuvieron recientemente una reunió con el promotor de los terrenos del triángulo de Galatzó, donde se les informó de la existencia de un anteproyecto que incluiría una gran superficie comercial de un máximo de dos plantas, que iría acompañada de un centro de jardinería y de una amplia zona de aparcamientos.

La entidad vecinal, que ha venido manteniendo reuniones con diferentes grupos políticos municipales en las últimas semanas, asegura tener el compromiso del Ayuntamiento de que "no se hará nada sin la autorización vecinal".