El alcalde de Santanyí, Llorenç Galmés (PP), detalla que la vía de cintura del pueblo está ejecutada en un 75%. Sólo falta el tramo entre las carreteras de Cala Figuera y s´Alqueria Blanca para completar el proyecto. En el pleno de esta semana, Galmés reveló que lo que está retrasando la culminación de la obra viaria es la demanda de nueve millones de euros por parte de un propietario de unos terrenos. La parcela conflictiva es la que se encuentra junto a las últimas casas de la localidad en dirección a Cala Figuera, cerca también del instituto.

El consistorio dirigido por el PP no acepta el pago de nueve millones de euros por la expropiación forzosa, al considerar que "es una cantidad demasiado elevada".

Galmés explica que desde el año 1984 en la normativa urbanística local está pintada la vía de cintura, de la que ya sólo falta la cuarta fase. El consistorio, al no estar conforme con abonar nueve millones transmitió su desacuerdo al Tribunal de Expropiación, y se está pendiente de resolución. Por todo ello, no se puede hacer ninguna ocupación inmediata de los terrenos.

Gran superficie comercial

Se da la circunstancia de que justo en la otra parte de estos terrenos que deben permitir la continuidad de la vía de cintura hay un gran solar cuya propiedad fue regalada al Ayuntamiento hace cerca de una década. Exactamente se sitúa junto a un bar y el restaurante de la residencia. El alcalde Galmés expresó el deseo de venderlo. La calificación del suelo ha pasado de ser para equipamiento deportivo a uso comercial y, a pesar de no haberse fijado aún el coste, todo apunta a que su precio de salida no será inferior a los dos millones de euros.

Biel Vidal, regidor-portavoz de Proposta per les Illes, fue el más crítico con esta iniciativa. Defendió que el solar siga siendo municipal puesto que "puede ser muy útil". Recordó que precisamente aquí se proyectó un nuevo cuartel para la Policía Local y que sería ideal para futuras necesidades de centros educativos.