Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) cerró ayer y hasta el lunes a las cinco de la madrugada, la línea de tren entre Sineu y Manacor para desmontar el centenario puente des Susto, una infraestructura superior en trinchera situada en una de las intersecciones del trazado con la carretera Ma-3300 entre Sineu y Petra. La empresa pública ha informado que se trata de un proyecto ya previsto que responde a su voluntad de electrificar, a medio plazo, lo que queda de línea. La medidas del puente, 7,20 metros de ancho por 4,3 de alto, impedirían la colocación de la catenaria, por lo que se ha decidido eliminarlo por piezas y trasladarlo a un almacén del Govern.

Ayer por la mañana, siete trabajadores y máquinas de la empresa Construccions Llabrés-Feliu se afanaban en desmontar y numerar cada trozo con aerosol verde y rojo para reconocer las piezas, en el caso de que el puente tenga que ser reconstruido en otra ubicación. "En realidad se trata de una mejora de la Ma-3300 que quedó pendiente del proyecto inicial y que incluye el puente". Los trabajos comenzaron el jueves noche aún con la línea abierta (aunque con los trenes circulando a menor velocidad), con el desmonte del pretil o protección superior del puente y durarán tres días aprovechando el puente de la Constitución.

Para evitar la paralización del servicio, SFM ha sustituido los trenes por buses hasta Manacor previa parada en Petra en los horarios habituales. Dos autocares de 55 plazas se van turnando para cubrir el hueco hasta el lunes por la mañana. "Veremos si les da tiempo, lo veo complicado" dice Nofre Rossinyol, el conductor del bus verde (el otro es denominado rojo) que recoge a los pasajeros una vez que se apean de la vía.

Ahora, una vez desmontada la parte superior de la calzada, se pasará a la parte más complicada: desencajar el arco rebajado que marca la línea del puente. "Una vez que lo tenemos apuntalado, hay que empezar con cuidado a extraer la pieza clave (la central) que es la que realmente lo sustenta todo", explica el jefe de obras, el ingeniero técnico Óscar Prieto, mientras enseña un plano con todas la piezas pormenorizadas y debidamente referenciadas. El arco está compuesto por 25 grandes dovelas a lo ancho y 8,5 bloques de profundidad, ennegrecidos debido al paso continuado de las máquinas de combustión.

Exceptuando las piedras de relleno, la estructura de marés se conservará aunque no se sepa aún con certeza qué se hará con ella. Las dos posibilidades más probables son, o bien reconstruirlo en el interior de una rotonda, o bien reservar las piezas como recambios para otras en mal estado de puentes ferroviarios similares de la isla.

Pese a contar con el visto bueno de la comisión insular de Patrimonio, la noticia no ha sentado muy bien en la Associació d´Amics del Ferrocarril de les Illes Balears (AAFIB), quienes no conocían las intenciones de SFM y en un principio se alarmaron al creer que se trataba de una demolición.

Al mismo tiempo los operarios de Llabrés-Feliu reacondicionarán todo el terreno adyacente, los accesos vecinales y colocarán la señalización y balizado.