Un escenario casi postapocalíptico, propio de una película de catástrofes. Predominan los tonos grises, sombríos, casi lúgubres. Construcciones semiderruidas. Sin rastro de actividad humana en la calle. ¿El fin del mundo ha llegado sin avisar? No, se trata de un toque de atención por parte del ayuntamiento de Esporles, que ha impulsado una campaña para reivindicar la importancia del pequeño comercio a fin de dar vida al pueblo. Y lo ha hecho con un fotomontaje (ver la imagen adjunta en la sección) en el que aparece una calle literalmente muerta, con la siguiente pregunta sobreimpresionada: Te imaginas un pueblo sin pequeño comercio? Evitarlo depende de ti.

?De forma complementaria, el Consistorio ha lanzado en las redes sociales otra campaña para que las compras de Navidad se hagan en el pueblo, porque, proclama el Ayuntamiento, en Esporles Hi ha de tot!. Todo sea para que la localidad no se convierta en un páramo económico ni en un posible escenario para películas estilo Independence Day.

Calvià se entrega sin desmayo a la moda de los mercadillos de Navidad

Y lo hace con fervor, porque prácticamente no habrá semana de aquí hasta finales de enero en el que no haya uno de estos mercadillos en el municipio. Ya está en marcha el del recinto ferial de la urbanización Galatzó. Mañana, además, Calvià vila acoge la tercera edición del Mercat de Nadal, donde la Obra Cultural Balear (OCB) participará organizando un taller para gente de todas las edades con el título Crida Bon Nadal, que tendrá un cariz reivindicativo en apoyo a los docentes de la escuela pública. Por si fuera poco, Santa Ponça acogerá otra Feria de Navidad, que tendrá lugar en la calle Riu Sil. Habrá un centenar de expositores que exhibirán productos típicos de varios países, además de la oferta presentada por comercios de la zona y ONG. Todo ello, acompañado de actuaciones musicales.

?Para los que se hayan quedado con ganas de frenesí comercial, el casal de Peguera también será escenario este fin de semana de otro mercadillo, en este caso organizado por las monjas franciscanas de la localidad. Concretamente, el sábado la instalación estará abierta entre las 14 y las 20 horas, mientras que el domingo se podrá visitar desde las ocho de la mañana hasta las 14 horas.