Antoni March es el técnico municipal de Medio Ambiente que ha diseñado los dispositivos instalados en la playa dels Tamarells. Se trata de pantallas de madera construidas como si fueran una verja. La madera es tratada previamente para hacerla resistente a la humedad. Los listones miden dos centímetros de grosor y el espacio entre cada uno de ellos es igualmente de dos centímetros. En otras playas se han instalado barreras similares de cañizo; pero este otro material presenta un problema: es más débil y suele acabar roto y disperso por la playa. Las barreras de madera tienen una durabilidad mínima de cinco años con lo que, a principio de temporada, se retirarán y servirán para el próximo otoño e invierno. Su diseño hace que actúe frente al viento haciendo que pierda fuerza en forma de turbulencias. Así, el aire en lugar de llevarse la arena lo que hace es depositarla a ambos lados de la verja. En el lado anterior queda depositada la arena que choca con los listones y en la parte posterior la que pasa y se ve envuelta en la turbulencia que se crea.