Vecinos, dueños de negocios y hoteleros de Peguera reclaman que se ponga fin antes de que empiece la próxima temporada turística a los frecuentes cortes de agua, roturas de tuberías y problemas de presión que afectan especialmente a la zona del bulevar durante el verano. La semana pasada, el ayuntamiento de Calvià informó de que negocia un acuerdo con la actual concesionaria, Aguas de Peguera, y con Sorea, para reformar la canalización, aunque no concretó plazos para ejecutar la obra.

El presidente de la asociación hotelera de Peguera, Miguel Ángel Jiménez, aseguró ayer que "no es aceptable" que haya alojamientos turísticos en la arteria principal de la localidad que sufran restricciones de agua en pleno verano. "Exigimos una solución ya", subrayó Jiménez, quien añadió que dan de plazo hasta finales de año para que se les presente un "plan viable" de reforma de las tuberías, aunque no se muestra especialmente optimista. "No creo que esto esté arreglado para el verano que viene", dijo.

El presidente de la asociación de vecinos de Peguera-Cala Fornells, Antonio López, manifestó que "el pueblo pide una solución". "Lo que no se puede hacer es entrar en el próximo verano con estas deficiencias. Hay que llegar a un entendimiento. El contribuyente no puede aguantar estos problemas", argumentó López.

Un recorrido por los pocos negocios que hay abiertos en el bulevar de Peguera en esta época del año sirve para recoger testimonios sobre cómo afectan estas carencias en el servicio de agua a la atención a los turistas. "Cuando hay un corte de agua, nos vemos obligados a ir cada cinco minutos con cubos a los baños. Lavar los platos también se hace complicado. Cada año es la misma historia, desde mayo hasta finales de octubre", sostuvo el administrador del restaurante Rendez Vous, Rufino Cuevas, quien agregó: "Y eso que las facturas las pagamos igual, y la contribución y las tasas".

Situado también en el bulevar, se encuentra el bar Hawai. Su administrador, Juan Taberner, explicó que en los últimos años ha visto cómo delante del establecimiento se producían varios reventones en las tuberías. "Alguna vez he llegado a bromear con los operarios que vienen a arreglarla y les he dicho que aprovechen para hacer una fuente", contó, a modo de anécdota. Taberner relató otro de los problemas que se producen con frecuencia: la reducción de la presión del agua para no sobrecargar la red hace que también se generen problemas en el abastecimiento.

El ayuntamiento de Calvià informó recientemente de que instó al concesionario del servicio, Aguas de Peguera, a que renovase la canalización. La compañía aceptó, pero, según el Consistorio, quería que se repercutiera esa inversión en las tarifas, algo a lo que no accedió el equipo de gobierno para no perjudicar a los ciudadanos. Calvià 2000 evaluó también este verano la posibilidad de rescatar la concesión, a la que no le quedan más de seis años, pero se concluyó que no era una opción factible. Actualmente, se trabaja en un acuerdo con Sorea y Aguas de Peguera para emprender la renovación de las tuberías.