Llorenç Lladó ofició ayer su última misa como rector de las parroquias de Bunyola y Palmanyola, donde había llegado hace tres años. El pasado viernes fue nombrado nuevo capellán adscrito a Valldemossa con dedicación especial a las parroquias del arciprestado Miramar-Vall de Sóller y coordinador diocesano de Pastoral de Santuarios.

Además también será el nuevo capellán del Hospital Joan March, situado en el municipio, lo que, según dijo, le permitirá mantener el contacto con el pueblo.

Rafel Mas Tous le sustituirá esta semana como administrador parroquial de las parroquias de Bunyola y Palmanyola. Ayer, tras la misa dominical, varias decenas de personas esperaron a Lladó en la plaza del Bunyola y le dedicaron una sonora ovación: "Me volveréis a ver, y prefiero veros en el pueblo que en Caubet", bromeó el hasta ahora párroco, que durante sus tres años al frente de la iglesia bunyolina se ha caracterizado por su implicación social y la apertura de la iglesia a numerosas personas y colectivos, lo que le ha generado más de un conflicto en el seno del consejo parroquial y en ciertos sectores del pueblo.

Sensible en lo social

De carácter progresista y de amplias preocupaciones sociales, ha seguido la máxima de "la iglesia debe estar al lado de los que sufren". Apoyó a las familias de los jóvenes detenidos durante la visita de Bauzá al pueblo y cedió el uso de locales parroquiales a asociaciones y entidades ajenas a la parroquia, por citar solo dos ejemplos que le han costado más de una enemistad.

La última polémica a la que tuvo que hacer frente fue la instalación de las banderas española y mallorquina en el campanario durante las pasadas fiestas patronales por parte de miembros del consejo parroquial, cuando hacía cerca de diez años que no se colocaban.

Tras recibir varias quejas de vecinos, ordenó retirarlas, pero días después el consejo parroquial aprobó por mayoría volverlas a instalar.

Ayer en su discurso de despedida quiso dejar claro que estos hechos no han influido en su marcha.

"El obispo no admite presiones de ningún grupo o institución", dijo, al tiempo que se declaró "servidor de la iglesia que quieren Jesús y el Señor y no la que se presenta en ciertas ocasiones por determinados clérigos".

Agradeció la confianza de los bunyolins y dijo que "los que me hayan ofendido o calumniado, que no esperen venganza, todo lo contrario".

Fiel a su estilo y tras animar a los presentes "a continuar en el camino de la iglesia en el 50 aniversario del Concilio Vaticano II" finalizó con su clásico "¡feliz domingo, feliz semana y que ganen los nuestros!".

El próximo viernes, el obispo Javier Salinas asistirá al consejo parroquial extraordinario para presentar a Rafel Mas Tous como nuevo párroco de la localidad de Bunyola.