Si la fiesta de ayer en Binissalem se tuviera que resumir en dos palabras probablemente serían: multitudinaria y complicada. Multimillonaria por la cantidad de gente que asistió. Se cocinaron fideos para 4.500 personas y se agotaron; y complicada, por lo difícil que resultó en ciertos momentos acceder a la zona de can Arabí, donde se celebraba. Y es que ayer tuvo lugar la tradicional cena de ´fideus de vermar´.

Desde hace 32 años, en cada edición de la fiesta de sa Vermada se celebra esta cena popular, en el paraje rural de Can Arabí y desde la primera ocasión ha contado con asistencia multitudinaria.

Ayer, como no podía ser de otra forma, todo el pueblo secundó la llamada y desde muy pronto comenzó a acudir equipado con sus cubiertos, platos y mesas playeras. El Ayuntamiento regalaba los fideos y el vino, pero los vecinos debían poner el resto.

Jeroni Salom, alcalde de Binissalem agradeció a sus conciudadanos que "un año más hayan secundado de esta forma la convocatoria. El ´sopar a la fresca´ (que se celebra esta noche) es también muy familiar, pero es más para atender a los invitados, sin embargo els ´fideus de Can Arabí´ son más nuestros, más de casa".

Paco ´es Cabellat´, Toni ´Negro´, y Tomeu Salom, vecinos del pueblo fueron los cocineros voluntarios que ayer cocinaron los fideos. No fue fácil porque según cuentan usaron nada menos que 240 kilos de pasta y 500 kilos de carne de oveja.

El secreto de los ´fideus de vermar´ es un buen sofrito y que la carne cueza bien. Por ello se pusieron a hacerlo a las 16 horas y eso que hasta las 21 no comenzaron a servirlo.