El fenómeno al alza de las macrofiestas organizadas en barcos con música, lo que se conoce como boat parties, llega al Parlament balear. Y lo hace a través de una proposición no de ley que ha registrado el Grupo Parlamentario de Més y que, en resumen, reclama que se ponga fin a la nebulosa normativa en la que se mueven estas excursiones, para lo cual considera necesario una mayor regulación por parte del Ejecutivo autonómico.

"El vacío legal existente en la materia ha hecho que las malas prácticas de muchas de estas ´boat parties´ generen multitud de quejas, especialmente en Eivissa y Magaluf, donde su actividad se ha incrementado notablemente", argumenta el mencionado grupo político en la iniciativa presentada ayer y que se debatirá en una próxima sesión parlamentaria.

Ahondando en estas ideas, ayer, el diputado de Més David Abril compareció en rueda de prensa para concretar los motivos por los cuales, en su opinión, esta actividad debe ser regulada.

"En primer lugar, genera molestias a los vecinos, en forma de ruidos o de suciedad en las playas. No hay que olvidar que se da un consumo de alcohol descontrolado. Eso por no hablar de la mala imagen que transmiten. [Los clientes de estas fiestas] desembarcan por ejemplo en estado ebrio en playas donde hay turistas y residentes", detalló.

Abril consideró asimismo que la oferta complementaria se resiente con las boat parties, que, dijo, "ofrecen servicio de ´todo incluido´ y barra libre durante todo el día y en muchas ocasiones toda la noche, con el consiguiente agravio para la oferta de restauración y de ocio, que la sufre como una clara competencia desleal". En la proposición no de ley que se debatirá en sede parlamentaria, los grupos políticos deberán pronunciarse sobre la conveniencia de instar al Ejecutivo autonómico y al Gobierno central a regular esta actividad en el marco de sus respectivas competencias, "a fin de evitar perjuicios al turismo y a los residentes".

Uno de los municipios donde más difusión han tenido estas prácticas es Calvià, donde, como ha constatado una denuncia reciente interpuesta por Acotur contra este tipo de excursiones, tiene como puntos neurálgicos muelles de Magaluf y Santa Ponça.

En este sentido, ayer, el portavoz de Més per Calvià, Rafel Sedano, lamentó el "desinterés flagrante" que está mostrando el Ayuntamiento en este asunto, al tiempo que denunció la "dejadez irresponsable" de no preocuparse "en absoluto" del tema.

"Todo ello pone en evidencia la incompetencia del gobierno municipal para intentar evitar un turismo de tan baja calidad como éste, que se basa en el sexo, las drogas y el alcohol", arguyó.