Vecinos de Torrenova y Magaluf han denunciado las molestias que sufren por el paso de las denominadas boat parties -fiestas organizadas en barcos o catamaranes- por la costa de la zona. Aseguran que el volumen de la música es excesivo y que, en ocasiones, el propio animador de la fiesta jalea a los turistas a gritar bien alto a su paso por el litoral, una circunstancia que ha hecho que las comunidades de propietarios hayan hecho requerimientos notariales a los promotores de estos eventos, así como denuncias ante el Ayuntamiento, Capitanía Marítima y Govern.

"Rompen nuestra tranquilidad. En casa, tenemos que subir el volumen de lo que estemos escuchando o sencillamente cerrar la ventana. Nos pone muy nerviosos. Y, lo que es peor, a veces parece que les animen a gritar", explicó Ángel, un representante de la comunidad de propietarios del complejo Edén Roc, que consta de 36 apartamentos.

Otra residente de la calle Torrenova como Teresa Ferrer recurrió a una situación que vivió el pasado fin de semana para explicar las molestias que sufre en su casa. "Tenía en casa a 11 personas invitadas para comer y se tuvieron que ir enseguida. No podían aguantar más en la terraza", detalló. "Parece que para vivir en Torrenova hay que estar borracho desde las cinco de la tarde hasta la madrugada. Si no, nadie lo aguanta", agregó.

La administradora del complejo Belbedere, Catha Moses, situado también en la calle Torrenova -entre Palmanova y Magaluf y antesala de Punta Ballena- mostró a este diario un requerimiento notarial dirigido a organizadores de estas fiestas en el mar, en el que se deja constancia de la "insoportable situación" que se produce "cada temporada estival y que se agrava tras el alcohol que consumen los clientes y navegantes de las embarcaciones, que reclaman y obtienen mayor nivel sonoro de la música rockera y altisonante que se produce en dichas embarcaciones".

Una vecina del edificio Belbedere informaba ayer de que, diariamente, pasan por delante de Torrenova una media diaria de cuatro catamaranes.

"El problema es que atracan en la bahía de Magaluf y allí se quedan durante tres horas. Y, así, cada día, de lunes a domingo", señaló.

"Sabemos que no los quitarán, pero al menos que no lleven la música tan alta", añadió. Las boat parties constituyen sólo uno de los problemas denunciados por los vecinos de esta zona residencial que está a las puertas de Punta Ballena.

"Hay que tener en cuenta también los ruidos generados por la música de los hoteles", manifestó una vecina de Torrenova, Joana Maria Seguí, testimonio que refrendaron otros residentes de la calle, en los complejos Belbedere y Edén Roc, que incidieron en que la música les acompaña durante todo el día, "desde las 11 de la mañana hasta la medianoche".

"Te sientes cohibido para descansar. Tengo un mes de vacaciones y casi me lo paso en vela. Sentimos una indefensión completa, absoluta", argumentó Seguí, ante las miradas afirmativas de más de una decena de residentes reunidos en Torrenova. El debate que ha habido estos días en torno a la circulación en Punta Ballena y calles adyacentes afecta directamente a estos vecinos, que, según aseguran, lo pasan muy mal a la hora de acceder a sus casas por las noches, cuando empieza la aglomeración nocturna en la zona. "Yo, directamente, me quedo en Palma a pasar la noche antes de volver aquí", dijo Teresa Ferrer.