Los usuarios habituales del sistema ferroviario de Mallorca se muestran "indignados" con los horarios que aplica Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) durante los meses de julio y agosto y que suponen una reducción significativa de conexiones entre Palma y los diferentes puntos del corredor ferroviario. Con motivo de la campaña del PSOE en contra de los recortes efectuados por el Govern de José Ramón Bauza en los servicios ferroviarios y que ayer se presentó en la estación de Marratxí, este diario pudo constatar el malestar de los usuarios de este transporte público.

El rechazo de los ciudadanos a los recortes en un servicio público como es el tren, el único medio que existe en Marratxí para conectar el municipio con la capital de la isla, es generalizado entre los usuarios habituales, que también expresan su enfado con la "falta de información" por parte de la empresa pública sobre los horarios que estarán vigentes en los meses centrales del verano. Las nuevas frecuencias son de difícil consulta, ya que únicamente se han colgado en los anteriores panales y se caen por su propio peso.

Los comentarios entre los usuarios responsabilizaban ayer a los políticos de la situación generada en el tren. "Claro, ellos tienen su coche oficial y no necesitan utilizar estos servicios", apuntaba un usuario visiblemente enfadado. La mayoría de viajeros niega que en verano el tren tenga menos usuarios. Un estudiante explicó: "yo tengo que bajar a Palma a hacer un trabajo de becario y debo adaptarme a estos horarios perdiendo una hora para desplazarme". Tampoco faltaron comentarios relativos a los cargos de confianza de la empresa ferroviaria. "Lo primero que tienen que hacer es recortar en estos cargos y bajarse los sueldos, así podrán ofrecer un mejor servicio al pueblo", opinaba otro viajero.

Conexión con el autobús

Otros ciudadanos expresaron su descontento con las conexiones combinadas entre bus y ferrocarril. Al parecer, el bus lanzadera procedente de diversos núcleos de Marratxí que suele conectar con el tren llega a la estación dos minutos después del paso del tren directo que desciende desde Inca en dirección a Palma, por lo que los usuarios están obligados a esperar otro tren, con el consecuente tiempo perdido en la terminal ferroviaria. "Además de estudiantes, hay jubilados, personas mayores o jóvenes que no disponen de vehículo y deben efectuar alguna gestión en Palma, y no es de recibo que por el capricho de unos políticos deban perder toda la mañana", protestaba un viajero en la estación. A las personas de Pòrtol y sa Cabaneta que utilizan el bus lanzadera no les queda mas opción que al llegar a la estación esperar 17 minutos el paso del tren, "y esto si no viene con retraso, y encima la mayoría de veces no hay asientos libres".

Hasta la fecha, los trenes con destino o origen en Palma no efectuaban parada alguna, pero ahora con la supresión de la línea de metro los dos trenes que pasan cada 30 minutos efectúan todas las paradas. Una persona residente en Pòrtol necesita ahora 41 minutos para llegar a Palma, tiempo similar al invertido por un residente en Manacor para ir a la capital en coche. El ayuntamiento de Marratxí tampoco se salvó de las críticas de los usuarios. Algunos ciudadanos consideraron que en este municipio la presión fiscal es elevada y que "los servicios no se corresponden con lo que se paga". También se preguntaban si el Consistorio, gobernado por el PP, realizará alguna gestión para, al menos, reinstaurar la línea de metro entre Palma y Marratxí.

Marratxí es uno de los municipios más perjudicados en este aspecto, ya que ha visto reducidas las frecuencias de enlace con Palma de 72 a 27, lo que representa un 62 por ciento menos.