Los taxistas de Alcúdia han comenzado una recogida de firmas contra el servicio de tren turístico implantado este año en el Port. Consideran que está funcionando como una línea de transporte regular encubierta al efectuar paradas periódicamente en puntos estratégicos que "no revisten ningún interés cultural, pintoresco o histórico", denuncia el presidente de los taxistas, Bartomeu Cladera.

La respuesta de la alcaldesa, Coloma Terrasa, a las quejas del sector no ha caído nada bien entre los profesionales. Terrassa manifesto a este diario que se trataba de una concesión que creaba puestos de trabajo y que en la exposición pública nadie presentó alegaciones".

Cladera sostiene que "crea una docena de puestos de trabajo y pone en peligro el de cuarenta conductores de segundo turno del sector del taxi".

José Alhama, presidente de la patronal de los taxistas en la Part Forana, sostiene que los servicios jurídicos de la entidad trabajan ya en una demanda referida a las medidas de seguridad de las que asegura que "ese tipo de vehículos carece totalmente". Alhama dice que "los niños van sentados sobre los mayores o de pie, cuando eso está prohibido".