El alcalde de Búger, Bartomeu Alemany, ha decidido derruir un porche construido en una casa de campo de su propiedad. El munícipe reconoce que lo levantó sin solicitar licencia de obras "porque consideraba que no era preciso".

Alemany no ha querido esperar a que el Consell de Mallorca abra un expediente. Asegura que ha procedido a eliminarlo "para evitar que puedan existir dudas. El único problema es que no solicité licencia de obras al entender que no era necesario habida cuenta de la precariedad del elemento".

Aun así, un vecino de Búger, presentó una denuncia ante el Consell de Mallorca al entender que el alcalde había actuado de forma ilegal. En dicha denuncia, el vecino explica que "se han efectuado añadidos en exceso de edificación una vez finalizada la obra, alterando el proyecto presentado en su día".

El denunciante indica que además del porche también se ha construido una cimentación de unos cuatro metros por doce así como una piscina. El alcalde Alemany asegura que "la piscina dispone de todos los permisos necesarios". Reconoce que la explanada excede la ocupación permitida y que ha solicitado un permiso de demolición para eliminar unos 100 metros cuadrados que sobran.

El alcalde sostiene que ha actuado "para evitar suspicacias de nadie. El aparejador municipal me informó de que para hacer un porche compuesto por cuatro postes de madera y un techo de metal ondulado no se precisa licencia puesto que no se considera una construcción". Sobre la cimentación indica que "era una explanada de gravilla y para evitar los charcos lo pavimenté, pero de eso hace más de diez años".

El alcalde asegura que "el denunciante es una persona que de forma sistemática denuncia a los políticos, por las razones que sean, y ya ha tenido algunos fracasos sonoros".